El Ayuntamiento de Badajoz destinará 60.000 euros a la poda de otoño

Una vecina aparca en la calle José Caldito Ruiz y, al cerrar, atrapa una rama con la puerta. Vuelve a abrir, aparta las hojas y cierra con cuidado. La escena tuvo lugar ayer en San Roque, pero puede repetirse en otros muchos puntos de Badajoz. En muchas calles los árboles han crecido con las lluvias de la primavera y el sol del verano y están provocando molestias. El Ayuntamiento de Badajoz destinará 60.000 euros para realizar una poda durante este otoño.

Así lo anuncia el concejal responsable de Parques y Jardines, Antonio Ávila, que explica que los operarios de su concejalía realizan trabajos de poda durante todo el año, pero que hay árboles que deben ser cortados en determinadas épocas. Por esta razón contratan servicios especiales para repasar distintos puntos de la ciudad.

«Si un árbol se cuela en una ventana, por ejemplo, o dificulta el paso de los peatones, intervenimos y realizamos una poda, pero también hay campañas más amplias como la que se va a llevar a cabo en breve», detalla Ávila. El presupuesto está cerrado, serán unos 60.000 euros, pero aún están por determinar las zonas dónde se realizará la poda. El edil responsable avanza que será en los árboles donde está recomendado intervenir en otoño.

La última poda, fuera de la campaña de otoño, se ha realizado esta semana en la calle Regino de Miguel, cerca de la avenida de Huelva. Los vecinos se quejaban de los árboles de los patios que hay entre los distintos bloques. Impedían que entrase la luz en las viviendas más bajas de los edificios.

Algunos vecinos, sin embargo, creen que el mantenimiento de las especies arbóreas en Badajoz es insuficiente. Hay muchos ejemplares en la ciudad y reclaman más regularidad en su mantenimiento. Es el caso de Manuel Mazón, vecino de Ronda del Pilar, que ha elevado una reclamación al servicio ABISA, del Ayuntamiento, por los árboles de su propia calle y también de la calle Rivilla. «El mayor problema es al aparcar. Es que vas a dejar el coche y te van dando las ramas. El mío es viejo. Si se raya, me da igual, pero no es normal ir así», dice Mazón.

Recientemente también protestaron los residentes de la avenida Condes de Barcelona. En este caso los árboles están descontrolados y muchas ramas golpean a los peatones que andan por las aceras y a los ciclistas y motoristas que circulan por la calzada. «En el cruce con María Auxiliadora los coches giran a ciegas porque les tapan las ramas. Es un peligro», señala Fátima Vargas, vecina de la zona. «El problema es que lo dejan mucho. Podan, pero luego se olvidan durante años. Hay que hacerlo con más regularidad. Es agradable tener árboles, la calle está en sombra, fresquita. Hace falta, pero hay que tenerlos cuidados».

En Pardaleras el problema, según denuncia Manuel Mario Martín es que los árboles son tan grandes en varios puntos que impiden que la luz de las farolas ilumine las aceras. Este pacense señala, además, que con las nuevas luces led el problema puede ser aún peor. «Yo vivo en la calle Virgen de Fátima y hay días que sales a oscuras a coger el coche porque te cubren las ramas. Está bien tener una sombra, pero no vivir en la selva».