El Ayuntamiento de Badajoz pide permiso a la Junta para llevarse los gansos vivos

Trasladar a los gansos vivos a otras localidades que quieran acogerlos y evitar que crezca la colonia reduciendo los nacimientos al actuar sobre los huevos. Es el nuevo plan que ha trazado el Ayuntamiento de Badajoz para tratar de acabar con la sobrepoblación de estas aves que hay en el río.

El primer paso para llevar a cabo esta iniciativa ha sido pedir permiso a la Junta de Extremadura. Así, el concejal delegado de Medio Ambiente, Antonio Ávila, ha escrito una carta a la Dirección General de Medio Ambiente para que autoricen estas intervenciones. En la misiva también matiza que espera que estas acciones se coordinen entre las distintas administraciones.

La Junta, el Consistorio y otras entidades como la CHG y el Colegio Oficial de Veterinarios ya se reunieron para tratar de alcanzar un acuerdo. Hubo encuentros en junio y noviembre de 2017, pero no acabó bien. Según reveló posteriormente a HOY el presidente del Colegio de Veterinario, José Marín, se acordó que los gansos fuesen vivos al Centro de Recuperación de Fauna de Sierra de Fuentes. Sin embargo meses después la administración regional matizó que solo podrían ser llevados a este servicio muertos porque no son aves salvajes, sino animales domésticos, aunque asilvestrados. El acuerdo se truncó y la Junta replicó que la competencia de este asunto es del Ayuntamiento pacense.

Ahora el Consistorio busca otra salida ante la preocupación creciente. Recientemente el catedrático de la UEx y presidente de SEO/Birdlife a nivel nacional, Florentino de Lope, advirtió del peligro que supone la población de unos 400 ejemplares que vive en la ciudad. Indicó que afectan a la zona Zepa (el río es considerado área de especial protección para las aves) y además son un foco de enfermedades para otros ejemplares, especies protegidas y también para las personas.

La opción que maneja ahora el Consistorio es reubicar a los gansos, aunque no cuenta con un destino al que llevarlos por el momento. La idea es trasladarlos vivos a otras localidades, por ejemplo, a cualquier población que se muestre interesada en contar con una colonia de estas aves. El primer paso, indicó este martes el Ayuntamiento pacense, es contar con el permiso de Medio Ambiente.

También van a solicitar una autorización para intervenir en los nidos y así reducir los nuevos nacimientos. En este caso Antonio Ávila pide en su carta, dirigida a la Dirección General de Medio Ambiente, que se coordinen para ejecutar estas acciones.

La Confederación Hidrográfica del Guadiana ya ofreció sus recursos para esta labor. En concreto puso a disposición sus barcos para llegar a las islas del río donde están muchos de los nidos y así poder retirar los huevos.

Quitar los huevos a las aves es una de las opciones para recortar la colonia, aunque el experto Florentino de Lope apuesta por otro método. El presidente de SEO/Birdlife cree que se deberían pinchar los huevos para que las crías no nazcan. Explicó que retirarlos no es suficiente porque las madres tienen capacidad de reposición, es decir, de hacer otra puesta si detectan que han desaparecido sus huevos.

Al pincharlos, las hembras los incuban durante unos 40 días, sin hacer nuevas puestas y hasta que se dan cuenta de que la cría no nacerá.

Eso sí, De Lope advirtió que, para que sea efectivo, hay que intervenir en breve. En primavera, es decir, en unas semanas, comenzará la época de puesta y las hembras pueden realizar hasta tres puestas por temporada. La colonia de 400 ejemplares puede aumentar mucho en los próximos meses si las administraciones no intervienen.

En los primeros meses de 2015 se abrió oficialmente al público el nuevo parque de la Margen Derecha. Un año después comenzaron los primeros problemas porque la población de gansos creció rápidamente y comenzó a comerse el césped. El Ayuntamiento prohibió que se les alimentase, pero apenas se hace caso a esta restricción y cada vez hay más.