Una avería en la Granadilla deja sin agua a las residencias de la zona y al polideportivo

Una balsa de agua se formó esta mañana en la carretera que va hasta el polígono de la Granadilla en Badajoz. La consecuencia ha sido la rotura de una tubería que pasa por la zona y que ha reventado debido a las fluctuaciones de presión de la red.

Esto ha provocado que el polideportivo, la residencia de La Granadilla, la de las Hermanistas de los Ancianos Desamparados, el campo de fútbol del Vivero y la barriada Corazón de Jesús se queden sin suministro. «Desde el primer momento los operarios están realizando las operaciones oportunas para reparar la avería y evitar más problemas de cara al futuro», afirman a HOY desde Aqualia.

Pese ello comunican que no saben cuando volverá el agua a las viviendas y locales afectados, pero que trabajan porque sea lo más pronto posible.

Cabe destacar que la ciudad cuenta con un novedoso sistema buscafugas que a través de medidores de presión y contadores detectan la cantidad de agua que pasa por las tuberías, gracias a los cuales las tienen monitorizadas para así poder prevenir las fugas, aunque reconocen que estas no siempre son predecibles.

Pese a ello, este sistema ha conseguido reducir un 35% las fugas que se producían en la ciudad. Las mediciones para dectactar las averías consiste en el control de caudales, presiones y ruido en la red. Esto unido a la digitalización que en el último año se ha implementado en el sistema ha beneficiado la reducción de fugas.

De hecho, en los últimios años la ciudad ha pasado de tener 420 escapes en el año 2023 a 280, que son las que se han registrado en lo que va de año. Y todo gracias a este sistema que, junto al buscafugas, localiza una media de tres averías diarias. Son detectadas por los técnicos desde el ordenador con el control de sectores y en la calle a través de un geófono que mide el ruido para detectar el punto exacto en el que tiene lugar la fuga.

Por otro lado, la anomalía que registran los sistemas de control de Aqualia también detectan las roturas que no fluyen a la superficie debido a la profundidad a la que se encuentran algunos tramos de los canales de agua que tiene la ciudad.

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