La Alcazaba de Badajoz cerrará de doce de la noche a seis de la mañana

Tras varios años negándose a clausurar el monumento, finalmente en el mes de octubre de 2020 el Consistorio decidió establecer un horario para acabar con los daños que se producen en el recinto como pintadas, nombres rayados en la muralla o acumulación de basura.

Para llevarlo a cabo han sido necesarias varias obras. La primera y más complicada, la reparación de la verja de la puerta de Carros. Se trata de la única entrada para vehículos que hay en el monumento, es un acceso grande y la cancela es también de gran tamaño. La reparación se llevó a cabo en octubre. Se mantuvo la puerta de hierro que ya existía, pero los operarios tuvieron que subirla porque rozaba con la acera.

Ahora ya se puede cerrar este acceso. Además, como la verja se ha elevado, el Ayuntamiento ha instalado un badén en la parte baja (un paso de peatones elevado). Su objetivo es impedir que cualquier persona se pueda colar al recinto por debajo de la cancela de hierro.

Tras esta reforma, según revela el edil de Turismo, Jaime Mejías, quedaba pendiente revisar el resto de puertas, todas accesos peatonales. Sus verjas están en buenas condiciones, pero ha sido necesario cambiar las cerraduras de la puerta del Capitel, la Coracha, el Alpéndiz, el Metido, Yelves y la de la Galera. Se ha instalado la misma en todas para que exista una llave maestra que permita a los responsables abrir y cerrar de forma sencilla.

Mejías detalla que esta mejoras han sido acometidas por la cuadrilla de mantenimiento de fortificaciones que funciona en la ciudad desde el mes de octubre. Ese mismo mes el Consistorio adjudicó un contrato de 445.000 euros para contar con estos operarios durante dos años.

En cuanto al horario, el concejal de Turismo cree que cerrar de doce a seis es adecuado para que los pacenses puedan disfrutar del recinto, pero cortar los comportamiento incívicos que estaban dañando el monumento. Jaime Mejías explica que han acordado este cierre con las administraciones que tienen sede en la Alcazaba, que también lo consideran acertado. «Abriremos a las seis porque es la hora a la que entran a trabajar los empleados de estos servicios, los que llegan antes, como los conserjes o los limpiadores», detalla el edil responsable.

Lo único que queda pendiente es determinar quién abrirá y cerrará el monumento. Mejías asegura que no habrá problema, que hay dos posibilidades, que sea la Policía Local o que lo hagan los efectivos de seguridad de Secoex que ya están contratados por el Ayuntamiento para abrir y cerrar los monumentos los fines de semana. «Tenemos una bolsa de horas de seguridad privada disponible y podrían cubrir estos trabajos. Es lo único que queda por determinar para cerrar la Alcazaba», aclara Jaime Mejías.

Eso sí, por el momento, el cierre no se va a llevar a cabo. «Está todo preparado, pero en la situación actual, con un toque de queda a las diez de la noche, no tendría ningún sentido. En cuanto todo se normalice, comenzaremos a cerrar», indica el edil de Turismo.

Con esta medida el Consistorio espera acabar con los daños que sufre el monumento, algunos de ellos graves. En principio se descartó el cierre y se apostó por instalar cámaras de seguridad, pero el sistema de vigilancia no ha llegado y finalmente el recinto quedará clausurado en horario nocturno.

Una de las prácticas con las que se pretende acabar es con los botellones. Independientemente de las restricciones propias de la pandemia, está prohibido beber en la calle en esta zona, pero se repite habitualmente, especialmente en el entorno de la puerta del Alpéndiz, la más escondida. La basura, botellas y bolsas de basura, se acumulan y es común que los participantes orinen en la muralla.

Las pintadas también han dañado los lienzos en varias ocasiones. En el verano de 2019 aparecieron una veintena, algunas incluso en los árboles.

Otro de los casos más graves de vandalismo se dio en mayo de 2015. Arrancaron fragmentos de la muralla durante 30 metros. Fue en el adarve que une la Puerta de Carros y la del Alpéndiz. Esta zona fue rehabilitada en 2012 y tuvo que ser reconstruida debido a los daños.