El alcalde de Badajoz desayuna en el Vaquerizo para apoyar la recuperación de este bar
Este popular negocio ha sido testigo de un atraco violento y un tiroteo con una víctima moral en tres meses
Dos semanas después del crimen, las mesas y la barra del bar Vaquerizo vuelven a estar llenas y cada pocos minutos un cliente se pide ... una migas. Este miércoles uno de los que ha pedido este popular plato ha sido el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, que ha querido ir a desayunar a este negocio para apoyar su recuperación.
El bar Vaquerizo reabrió una semana después del tiroteo mortal, pero tanto su propietario, Antonio Vaquerizo, como sus empleados, temían que los clientes no se atreviesen a volver tras sufrir dos delitos violentos, de forma fortuita, en menos de tres meses.
Desde su reapertura muchos pacenses han ido a desayunar o comer al Vaquerizo para apoyar la recuperación de este bar. Su propietario está muy agradecido a la respuesta de los clientes y también ha querido dar las gracias a HOY por el apoyo. Sin embargo reconoce que aún no ha alcanzado el nivel de visitas que tenía antes del crimen. El bar funciona bien a la hora punto del desayuno, pero aún tiene menos clientes a primera hora y al mediodía. «Poco a poco», dice Vaquerizo.
El propietario de este bar se ha sorprendido esta mañana al ver llegar al alcalde de Badajoz que ha acudido acompañado del concejal de Deportes, Juan Parejo. Ambos representantes políticos han desayunado con varios conocidos. Cuando les han servido las migas y las tostadas, se ha acercado a su mesa Antonio Vaquerizo que se ha excusado por no poder saludarles antes, ya que el negocio estaba a tope.
El hostelero, que lleva 17 años en este bar y más de 40 en el negocio, ha dado las gracias al alcalde por su apoyo y se ha sentado con él para charlas sobre los ocurrido los últimos meses.
Dos delitos
El bar Vaquerizo, en el cruce de la carretera de Sevilla con la avenida del Diario HOY, sufrió un atraco en el mes de noviembre del año pasado. Dos encapuchados llegaron en moto y les pidieron la recaudación a las seis de la mañana, cuando el negocio acababa de abrir. A pesar de que los camareros le dieron el dinero sin poner pegas, uno de los atracadores disparó por encima de sus cabezas. Luego huyeron y se les cayó un revólver en el aparcamiento de la gasolinera que hay junto al local.
El pasado 29 de febrero tuvo lugar el segundo delito grave. Un hombre con la cara cubierta metió un brazo por la puerta lateral y disparó once veces. Mató a uno de los clientes mientras estaba desayunando e hirió a la mujer de la víctima. Todo indica que se trata de un ajuste de cuentas.
Tras este último hecho el Vaquerizo cerró y su propietario indicó que podía ser una clausura definitiva. Sin embargo tuvo que reabrir cinco días después, ya que no logró ayudas para poder extender el cierre. Dos semanas después el bar va recuperando el pulso y hay más optimismo entre sus empleados.
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