La parcela de ciruelos que se riega sola y necesita menos agua
Ensayo del Cicytex. Sistemas de riego automatizado permiten hacer un uso eficiente de los recursos hídricos en frutales de hueso
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Para mí, es como si fuera un software de riego autónomo». De esta manera trata de resumir Herminio Íñiguez, agricultor en la zona de ... Vegas Altas, el sistema que el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex) está ensayando en una de sus parcelas de ciruelo. «Resulta que aquí en Extremadura el agua nunca ha hecho falta, siempre hemos tenido de sobra. Pero ahora, con las limitaciones, te dicen que tienes que regar, por ejemplo con un 60%, y realmente no sabes cuánto gastas en tu cultivo», explica Íñiguez sobre las motivaciones del Cicytex para implementar este proyecto que busca optimizar aún más el uso del agua, «que se utilice en los momentos que realmente la planta lo necesita para sacar la máxima cosecha posible y la mejor calidad posible, pero gastando la menor cantidad posible de agua».
Así, su finca ha quedado dividida en tres partes. La primera, de riego manual, aunque con sensores de humedad en el suelo o un caudalímetro en los tubos para saber el agua que se gasta, también una estación meteorológica para ver lo que llueve o medir la temperatura. La segunda división se riega según las indicaciones de los técnicos del Cicytex, «también aquí hay varios dispositivos instalados y te marca cuántas horas tienes que regar al día cada semana».
Los resultados avalan el ahorro de agua, también la calidad y producción del fruto
Por último, tiene ese tercer sector «que se riega solo». Según explica este agricultor, es gracias al desarrollo de una serie de parámetros y programas del Cicytex. «Con los datos que obtienen de este software, se calculan las horas de riego con los diferentes parámetros y yo no intervengo para nada; se riega cuando los parámetros dicen que hace falta», dice mirando en una tablet la información que facilita el programa. Y, lo más importante para él, este ahorro de agua «no afecta ni a la calidad ni a la producción».
A nivel institucional, ese software de riego se traduce como 'Transferencia de buenas prácticas resultantes de trabajos consolidados de investigación para promover la gestión eficiente de los regadíos de Extremadura'.
Durante dos años, María del Henar Prieto Losada se ha ocupado de coordinar este proyecto. María José Moñino Espino es la responsable de la acción, que se centra en los regadíos de las Vegas del Guadiana. Si bien el proyecto completo establece otras cuatro líneas relativas a los regadíos de Montaña del norte de Cáceres, Monterrubio y Tierra de Barros; además de las comunidades de regantes de las Vegas del Guadiana y la Finca La Orden (Guadajira). Por último, la sexta actuación conlleva la puesta en marcha de una herramienta para el cálculo del ciclo de vida de una explotación y la última es la elaboración de un documento técnico de actuaciones en situaciones extraordinarias de sequía.
Los trabajos forman parte de las actuaciones incluidas en un convenio para la transferencia específica entre la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural y el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex), financiados por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) destinados a desarrollar estos trabajos consolidados de investigación.
En las Vegas del Guadiana, el objetivo principal era promover un uso eficiente del agua en frutales de hueso mediante la adopción de programaciones de riego y la incorporación de sistemas automatizados para regar. «En ambos casos se ajustan al mínimo aporte de agua mediante la utilización de estrategias de riego deficitario controlado, preservando producción y calidad», argumenta María José Moñino.
Tras un análisis previo de la situación de los frutales en esta zona, se seleccionaron dos parcelas de frutales: ciruelo de ciclo largo en Vegas Altas y nectarina media-tardía en Vegas Bajas, que servirían además como parcelas piloto para transferir 'in situ' el desarrollo de las actividades y los resultados obtenidos.
Monitorización
A partir de ese momento, prácticamente cada hoja del árbol queda monitorizada de manera periódica por el sistema que permite un seguimiento del desarrollo vegetativo del ciruelo, pero también del crecimiento del fruto, así como de la calidad organoléptica de la ciruela al llegar a la recolección. «El control del volumen de agua de riego y la variación del contenido de humedad del suelo se realizó de forma continua mediante sensores de registro automático que enviaban la información a un programador de riego», explica sobre este procedimiento que generaba una doble estrategia.
Así, por un lado, se establecía un riego manual, menos restrictivo, siguiendo las directrices de Redarex, la Red de asesoramiento al regante de Extremadura; por otro, se marcaba una estrategia automática, con mayor restricción, que supervisaba a diario el control automatizado del riego mediante la plataforma Irrix. Para completar la información de lo que pasaba en la parcela, se colocaron dispositivos de medida de algunos parámetros climáticos como pluviómetros, además de medidores de temperatura y humedad relativa.
Con todo ello, al igual que Íñiguez, Moñino valora los resultados tanto en el ahorro de agua como en la producción y calidad de la ciruela recolectada. «El agricultor ha sido conocedor durante la campaña del volumen de agua de riego que estaba aportando y el volumen final», cuenta sobre el desarrollo de este ensayo en el que se han identificado los momentos más sensibles del cultivo ante la falta de agua. Esto se ha traducido en un ahorro de entre un 9% para la programación manual y un 28% para el sistema automático. «La producción total obtenida en ambas estrategias fue similar a otros años, aunque hubo un mayor porcentaje de frutos de categoría I», valora Moñino. Sin embargo, aunque en ambas estrategias los calibres mayoritarios fueron los considerados comerciales para esta variedad, la estrategia manual presentó más frutos del calibre 55-60 mm y la estrategia automática presentó mayor número del calibre 50- 55 mm; tampoco hubo diferencias en el grado de azúcar y la firmeza entre las estrategias. Esto es, en definitiva, menos agua para una ciruela igual de buena.
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