La cosecha de tomate roza los dos millones de toneladas
Rentabilidad. Aunque se ha detectado un pequeño descenso de la producción prevista, el precio de 150 euros por tonelada ha sido un revulsivo para los productores
La campaña de tomate en Extremadura finaliza rozando los 2 millones de toneladas cosechadas. La producción final ha sido de 1.905.787 toneladas, explica Domingo Fernández, presidente de la Sectorial de Tomate de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura. Esa cifra supone un ligero descenso, alrededor de un 6% dice Fernández, sobre lo previsto tras firmarse los contratos entre industria y agricultores a principios de año.
La campaña se logró salvar en gran medida gracias a la disponibilidad de agua en gran medida pero algunas epidemias y episodios de intenso calor determinaron finalmente un leve descenso de los kilos cosechados que han sido, en todo caso, un 23,5% más que la campaña anterior.
El rendimiento medio por hectárea no se ha conseguido situar en los 90.000 kilos. «Se ha quedado cerca, sobre los 87.000, una cantidad que podemos dar por normal porque siempre hay circunstancias que puede empeorar el desarrollo de la campaña y en esta ocasión, aunque las ha habido, no han sido tantas», argumenta el responsable de la Sectorial de Tomate de la entidad que engloba a gran parte del cooperativismo extremeño.
La campaña llegó marcada, de antemano, por el importante precio por el tomate a pagar a los productores, los 150 euros por tonelada, muy por encima de los 102, de media, de la cosecha anterior, para compensar los aumentos de los costes de producción. Eso ha hecho que, en esta ocasión, la rentabilidad de las explotaciones tomateras se ha podido conseguir. «En el caso de las cooperativas ese precio final a liquidar para los agricultores será mayor», resalta Domingo Fernández.
Las estimaciones iniciales en febrero, cuando se cerraron los contratos, preveían una producción de 1,91 millones de toneladas para 20.745 hectáreas, que finalmente fueron 22.105 hectáreas.
Como es lo habitual, Extremadura sigue siendo el principal productor de tomate de España. En Andalucía, un competidor que ha ido ganando hectáreas en los últimos años, la campaña, en cambio, ha sido mala. Bastante peor que aquí. Ha sido así por falta evidente de agua para riego.
Contexto
La disponibilidad de líquido en la cuenca del Guadalquivir y las limitaciones para agua para regar hicieron finalmente que el tomate contratado en el mes de junio fuera de 327 millones de kilos en un total de 3.274 hectáreas. Estas cifras han supuesto una importante reducción del 12,9% frente a la producción prevista en febrero, y del 8,04% en las hectáreas de tomate previstas.
El rendimiento ha estado en el entorno de los 100.000 kilos por hectáreas, más alto que el extremeño como sucede siempre pero menor al de otras cosechas.
En cuanto a la situación mundial, según datos del Observatorio Tecnológico del Tomate para Industria, en el año 2022 se produjeron en el mundo 37,2 millones toneladas de tomate para industria, un 4,9% menos que en el 2021. Los cuatro principales países productores son Estados Unidos, seguido de China, Italia, España y Turquía.
España –con el liderazgo de Extremadura– e Italia concentran el mayor porcentaje a nivel europeo, con exportaciones muy destacadas de tomate concentrado y en salsa –y sus preparados– a mercados como el francés, el alemán o la de Reino Unido sobre todo.
La producción italiana es más del doble que la española, por encima de los cinco millones de toneladas por campaña, llegando en alguna a los seis millones. Mientras, las industrias portuguesas producen de media más de 1,2 millones de toneladas por campaña.