El año pasado acabó con 173.600 desempleados en Extremadura

Los parados que tiene ya Extremadura son la suma de los habitantes de Mérida, Don Benito, Almendralejo y Villanueva de la Serena. 173.600 personas son los desempleados que la región contabilizó en el último trimestre del año pasado, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) conocidos ayer.

El dato, cifra récord en la comunidad autónoma extremeña, se alcanza porque en los últimos tres meses de 2012 el paro creció en 6.700 ciudadanos, casi un 4% más que en el periodo anterior.

La tasa de paro sube igualmente a máximos históricos al fijarse en un 34,06 % de la población activa. Es decir, más de uno de cada tres extremeños que quiere trabajar no puede actualmente hacerlo. A finales de 2011 era del 28,59%.

De esta forma, Extremadura tiene la segunda tasa de paro más alta de España, solo por detrás de la vecina Andalucía (35,42 %). Antes de la crisis, había otras comunidades, como la citada Canarias, Valencia o Murcia, con tasas mayores que la extremeña.

La retahíla estadística que ofrece el termómetro laboral de la EPA confirma los peores augurios. Aunque el cuarto trimestre del año pasado fue el menos malo de los últimos cuatro años en cuanto a crecimiento del desempleo, lo cierto es que en el último año el número de parados extremeños ha aumentado en 32.400, lo que significa porcentualmente hablando un 22,92% más respecto a 2011.

Este indicador representa el tercer aumento más elevado en el conjunto de España solo por detrás del Principado de Asturias (26,13 %) y Navarra (23,75 %), y está muy por encima de la media nacional.

Asimismo ha sido el peor año en términos absolutos desde que comenzó la crisis. Solo se le acerca 2011, con un aumento de 22.500 desempleados.

Pero no solo es eso. Aparte de las las personas que han visto enterradas sus expectativas de encontrar un trabajo, hay otras muchas que han perdido el que tenían.

En el último año se han destruido 16.600 sus puestos de trabajo. Es decir, esa ha sido la reducción de la población ocupada, aquella que cotiza a la Seguridad Social y ayuda a mantener el sistema de pensiones y de pago de prestaciones por desempleo. Ahora mismo hay menos de dos ocupados en activo por cada parado en la región.

Es otro apunte significativo sobre la crudeza de la realidad sociolaboral extremeña hecha pública ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

La EPA disecciona otras realidades estadísticas. Avanza que, a cierre de 2012, la ocupación se situó en Extremadura en 336.200 personas, lo que implica un 4,70% menos respecto al ejercicio anterior. La ocupación en la región respecto al tercer trimestre de 2012 descendió en 8.100 personas. Y, vinculado a esto, hay que señalar que la tasa de actividad regional en el último trimestre ha alcanzado el 64,22 %, dos puntos por debajo de la tasa nacional, que se ha situado en el 66,52%.

Detalles

El paro en Extremadura sigue cebándose especialmente entre las mujeres y en la provincia de Badajoz. El análisis de la EPA revela que la tasa de paro femenino alcanza ya el 37,54% de la población activa extremeña (once puntos más que la media nacional), mientras que el indicador de desempleo masculino llega en el cuarto trimestre del año pasado al 31,36 % en Extremadura, casi seis puntos superior a la media nacional.

Si bajamos al detalle de cómo está el mercado laboral en cada provincia extremeña, vislumbramos que el cuarto trimestre de 2012 ha dejado 117.400 parados en la provincia de Badajoz, lo que sitúa aquí la tasa de desempleo en el 35,40 %. Mientras, en la provincia de Cáceres el número de desempleados ha ascendido a los 56.200, lo que supone una tasa del 31,55 %.

Por su parte, la ocupación en la provincia pacense se ha establecido en 214.300 personas y en la cacereña en 121.900 personas. Y, por sexos, la provincia pacense cuenta con 126.900 varones ocupados y 58.800 parados, y 87.400 mujeres ocupadas y 58.600 paradas.

En el territorio cacereño, hay 70.300 hombres trabajando y 31.200 desempleados frente a las 51.700 mujeres ocupadas y 25.000 sin trabajo.

Previsiones

El cuarto trimestre del año es tradicionalmente negativo para el empleo, sobre todo durante esta crisis, en la que el comercio y la hostelería no son capaces de generar notable empleo en las campañas navideñas. La experiencia indica que los datos del primer trimestre de este año también serán malos, y solo habrá una mejoría con la llegada de la primavera, y con ello de la reactivación de la actividad agroganadera y la industria vinculada.