La Junta anula el plan de refuerzo para estudiantes con dificultades

Alucinados. Así se quedaron los directores de los colegios e institutos de la región al recibir entre el jueves y ayer viernes una notificación de la Junta de Extremadura en la que se les informaba de que el día 30 de noviembre, ayer mismo, tenían que dejar de impartirse en sus centros las clases del plan Proa. Se trata de un programa de refuerzo destinado a alumnos de Primaria y Secundaria que tienen carencias y dificultades educativas; chavales que además de asistir con su grupo a las clases ordinarias tienen la posibilidad de recibir estas otras como complemento, normalmente por la tarde. Se viene desarrollando desde 2005 en colaboración con el Ministerio de Educación y los centros que lo han solicitado han superado los 200 por curso. En cuanto al presupuesto que requería, en 2011 fueron 3.223.780 euros, cofinanciados al 50% entre ambas administraciones.

En la carta remitida desde la secretaría de Educación se informa de que como el Estado no va a seguir destinando fondos para este fin, la Junta por sí sola tampoco pueden seguir haciéndolo. Sí se reconoce la valía del programa y los buenos resultados conseguidos en siete años de aplicación, al tiempo que se señala que se buscarán fórmulas que permitan recuperarlo.

La noticia cayó como un jarro de agua fría entre docentes y sindicatos. Desde ANPE su presidente, Antonio Vera, destacó ayer lo inconcebible que resulta que el aviso se dé de un día para otro cuando el Proa estaba previsto hasta fin de curso.

«No se ha podido dar explicaciones a los alumnos y supongo que los padres las pedirán a los directores de los centros, sobre todo por haber empezado un plan en octubre para acabarlo un mes después. Se ha obrado descoordinadamente y sin consulta previa».

Extraña también de manera especial que ningún responsable de la educación regional informara de esta decisión a los sindicatos el jueves, el mismo día en el que se firmaron las notificaciones anunciando el final del Proa y el mismo día en el que los representantes sindicales se reunieron con la directora general de Personal Docente.

«En ningún momento se nos informó de nada y no es la primera vez que ocurre, pero con un tema de tal calado para los centros, directores, alumnos, profesores y las familias, se nos tenía que haber informado en lugar de enterarnos a través de los centros».

La medida se ha tomado «sin luz ni taquígrafos», señaló ayer Alfredo Aranda, de PIDE. «Es increíble que se vaya a pagar 1.000 euros a quienes en su día dejaron los estudios para que ahora hagan ESO y que a los chavales que están estudiando cuando les corresponde se les quite esta posibilidad de refuerzo. Una auténtica incongruencia».

Desde ANPE tampoco se comprende que se abandone este programa en favor de la ESO de los 1.000 euros, «que además de ese pago por alumno aprobado supone también el pago a profesores, seguros, materiales e infraestructura».

El secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Francisco Jiménez, tampoco ocultó ayer su decepción y llamaba incluso a la movilización «en favor de la defensa de la ley de equidad y calidad educativa que la Junta se está cargando». Anunció concentraciones en los centros de estudio y manifestaciones en la calle que se llevarán a cabo en unas semanas.

«A los representantes de los trabajadores nos están desoyendo; están improvisando a golpe de talonario, unas veces con programas como la ESO de los mil euros, otras con las pizarras digitales... y están causando fricción y división entre profesores y alumnos», señalaba.

Los sindicatos coinciden una vez más en rechazar una medida tomada unilateralmente por la Junta, que afectará a los estudiantes que necesitan un refuerzo educativo especial para superar el curso.