Descubre que dos empleados le robaban al grabarles con un móvil

Sospechaba que alguno de sus trabajadores se estaba apropiando de parte del dinero que ganaba en su tienda de ropa femenina, ubicada en una calle comercial de Badajoz. Una mañana hizo un balance de lo que llevaba vendido, y a dos cajeros les dijo que en ese momento había un desfase de 64,45 euros entre lo que se había recaudado y lo vendido. Ninguno de los dos trabajadores pudo justificarle ese desfase.

El empresario se fue, pero antes dejó en el local un teléfono móvil con equipo de grabación que recogió la conversación de los dos empleados, en la que indicaban que ya llevaban tiempo apropiándose de dinero.

La empresa comunicó inmediatamente a los dos empleados que disfrutaran de sus vacaciones, mientras se hizo un arqueo. Se comprobó que habían sido eliminados 160 tickets en compras, cuyo importe ascendía a 8.000 euros.

Poco después la empresa comunicó a los dos trabajadores sus despidos disciplinarios. Uno de los trabajadores se mostró conforme con el despido, llegando a devolver parte de la cantidad sustraída; pero el otro trabajador demandó a la empresa al considerar el despido improcedente.

La trampa del avispado empresario la montó a mediados de julio del 2010, pero ha salido ahora a la luz en la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Extremadura, en donde se ha confirmado el despido del trabajador.

El empleado estaba percibiendo una retribución mensual de 1.153 euros, y llevaba trabajando en ese comercio desde hacía 8 años. Él había alegado que había una falta de concreción de la cantidad de la que se apropió cada uno de ellos, cuestionando si podía ser motivo de despido procedente una conducta llevaba a cabo conjuntamente por dos o más trabajadores. El tribunal indica que el despido está justificado, confirmando una sentencia anterior del Juzgado de lo Social número 1 de Badajoz, que ya vio que el despido se ajustaba a derecho.