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Urgente Herido muy grave un hombre de 28 años tras una salida de vía en la provincia de Badajoz
Parada, Moisés Arteaga y Solano tienen este domingo una cita muy especial en Cádiz. :: J. V. ARNELAS
SEGUNDA

La brigada amarilla del Badajoz

Moisés Arteaga, Solano y Parada regresan a Cádiz con el BadajozPara los futbolistas será la primera vez que jueguen en el Carranza contra su equipo del alma, mientras que el segundo técnico lo hizo una vez hace 17 años

JAVI PÉREZ

Viernes, 4 de noviembre 2011, 13:39

El del domingo no será un partido cualquiera para tres de los componentes de la plantilla del Badajoz. Para Moisés Arteaga, Solano y Parada será raro saltar al Ramón de Carranza con otro color distinto al amarillo. La competición les lleva esta jornada de regreso a casa. Son gaditanos y criados en el Carranza. Por eso la cita de este fin de semana cobra mayor significación. Cádiz tiene una magia especial que atrapa al nativo y cautiva al viajero. Volver siempre es emotivo. «Es mi casa y el equipo donde crecí. El año pasado estuve trabajando con el fútbol base, pero en esta ocasión se trata de una experiencia diferente porque me toca sentarme en el banquillo contrario y jugar contra el Cádiz. Espero el partido con ganas e ilusión», señala Moisés Arteaga.

Desde que salieron del Cádiz no han tenido que situarse ante la extraña experiencia de volver como rivales, con la mínima salvedad del ahora segundo técnico blanquinegro que ya pasó por este conflicto emocional hace 17 años. «El año que me fui, el Espanyol bajó junto al Cádiz y esa temporada estábamos los dos en Segunda. Ha sido la única vez que he jugado contra el Cádiz», recuerda Moisés Arteaga. «Es el primer año que me enfrento al Cádiz. Siempre he estado en diferente grupo o categoría que ellos. Va a ser muy bonito. Además, los dos equipos llegan en un buen momento y practican un juego vistoso. Será un partido donde la afición seguro que va a disfrutar mucho», apunta Solano. Parada tampoco se ha visto en una tesitura parecida. «Es una sensación distinta porque nunca he jugado contra mi equipo. Les estoy muy agradecido porque me ha permitido estar ahora en Badajoz. No sé qué sensaciones voy a tener cuando pise el Carranza y me reencuentre con compañeros o mi antiguo entrenador José González, será especial verle de nuevo en el banquillo».

Solano y Parada se conocieron de corto, sobre el césped del Carranza. La complicidad entre ellos se nota y como buenos 'pishas' la guasa es una constante. «Solano estaba en el Cádiz B y yo en el juvenil y coincidimos en algunos entrenamientos. Tenemos una amistad muy especial. Lo que no me explico es como puede haber en el equipo un compañero tan malo», bromea Parada. Cubrieron todas las etapas en las categorías inferiores del club amarillo desde cadetes hasta recibir la llamada del primer equipo y calentar en la banda. «Fui convocado una vez en Segunda ante el Elche, pero no llegué a debutar con el primer equipo. En el Carranza no jugué en partido oficial, pero sí en un amistoso ante el Barcelona», rememora el central afincado en San Fernando. «Estando en el filial participé en algunos amistosos y estuve calentando en el Carranza frente al Málaga y el Castilla de Granero, De la Red y Soldado y también contra el Málaga en La Rosaleda», precisa el de la serranía gaditana de Villamartín.

El Carranza es un escenario que marca las diferencias en el grupo por una afición fiel y entusiasta con más de 7.400 abonados. «Al campo va una media de 8.000 personas, da gusto jugar allí. Es una suerte la afición que tienen tanto para los buenos momentos como en los malos. En Cádiz se viven de otra forma el fútbol y los carnavales», expone Solano. Parada coincide con su compañero. «El ambiente es lo que distingue de otros campos. La afición anima mucho, siempre está en los buenos y malos momentos. Espero que nuestra afición se vaya animando, se enganche al equipo como la de Cádiz y en un futuro no muy lejano podamos aspirar a grandes cosas».

Moisés se crío a los pies del Carranza, en la gaditana calle Pintor Sorolla del popular barrio de La Laguna, en pleno corazón donde asoma el santuario amarillo. Es uno de los ídolos del cadismo. «La afición de Cádiz es así. La gente cuando me ve por la calle me reconoce más como jugador del Cádiz que del Espanyol. Sin embargo mis logros deportivos han sido más exitosos en el Espanyol. No sé si soy un ídolo, pero sí que a todos los jugadores del Cádiz los vanaglorian y los ponen en un pedestal siempre, eso es muy bonito». Incluso se da la circunstancia de que es vicepresidente de la Asociación de Futbolistas Veteranos del Cádiz. «Pero no en funciones porque estoy fuera. Me designaron el año pasado al estar allí y quizás también por la imagen que daba por haber jugado en Primera y tener alguien que pueda representar a los veteranos del Cádiz».

Los tres gaditanos del Badajoz van a la conquista de su Tacita de plata.

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