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La crisis ya está haciendo estragos en el sector de la restauración de Portugal. Algunas marisquerías han echado el cierre. :: PAKOPÍ
BADAJOZ

Comer en Portugal subirá un 10%

La medida beneficia de forma indirecta a los negocios de Badajoz, que serán más competitivos cuando se encarezca la hostelería al otro lado de la Raya Los hosteleros tratarán de evitar que el aumento del IVA afecte a los clientes

PPLL

Sábado, 22 de octubre 2011, 10:56

La crisis de deuda que afecta a Portugal comienza a suponer una amenaza para el ocio de los pacenses. Si las previsiones se cumplen, el próximo 1 de enero subirá diez puntos el IVA que se aplica en los restaurantes lusos, un incremento que los hosteleros del otro lado de la Raya intentarán no trasladar a las cartas de precios para evitar que los clientes se retraigan.

El proyecto del Gobierno portugués es motivo de debate estos días en la localidad fronteriza de Elvas, cuyas marisquerías son un referente para los comensales pacenses. «Nosotros no podemos subir el precio ahora, eso haría bajar el público», reconoce Miguel Mendao, responsable de restaurante El Cristo.

Si este local repercutiera íntegramente el aumento de los impuestos, una comida que ahora cuesta 100 euros pasaría a valer casi 110. «Debe quedar claro que el aumento del IVA sólo es una propuesta, pero el contable me ha dicho que la solución pasaría por renegociar precios con nuestros proveedores. El cliente no debe pagar la subida».

El director del semanario 'Linhas de Elvas', Joao Alves, coincide en que los propietarios de los 40 restaurantes que existen en el entorno de esta localidad mantendrán los precios actuales cuando el IVA suba. «Si vas a El Cristo el fin de semana verás que está lleno, pero cualquier noche entre semana puedes ver que sólo hay diez mesas ocupadas por españoles, cuando hace unos años podían ser 30. Eso no es suficiente para un negocio que tiene 50 empleados».

Si a ese descenso de clientela se suma la retirada del público portugués, agobiado por la crisis desde hace tiempo, es fácil entender la preocupación que han suscitado las medidas anunciadas. «Nosotros ofrecemos el café a 60 o 70 céntimos, pero con el nuevo IVA igual tenemos que subir a 80», reconoce Elisabeth María, que trabaja como camarera en el bar del Centro Artísticos de Elvas.

En este restaurante situado en el centro de la localidad se nota desde hace tiempo la reducción del número de clientes procedentes de Extremadura. «Tal vez la gente siga viniendo, pero en las mesas que antes se servían tres zapateiras y ahora hay una zapateira y un bacalao dorado», comenta Joao Alves.

En Elvas todavía existe cierta confusión acerca de la subida de impuestos, pero quienes trabajan en el sector de la alimentación también temen las consecuencias. De hecho, Portugal ha decidido subir hasta el 23% el IVA de todas las comidas precocinadas (pizza, pasta, bocadillos y sopas), así como al café, la margarina, los frutos secos y las patatas fritas. Incluso el agua embotellada dejará de tener el IVA superreducido del 6% para situarse en un IVA intermedio del 13%.

Esa decisión podría favorecer a los grandes hipermercados pacenses, que sólo con mantener los precios actuales ganarían en competitividad. Y lo mismo sucederá con los restaurantes ubicados en territorio español, que seguirán beneficiándose del IVA reducido que se aplica a la hostelería, fijado actualmente en un 8% (en Portugal está ahora en el 13% y a partir de enero subirá al 23%).

En un primer momento, los negocios pacenses saldrán beneficiados. Pero el panorama no es tan halagüeño a largo plazo, puesto que la subida del IVA en Portugal llega acompañada de otras medidas que limitarán de forma sensible los ingresos de la población portuguesa. La principal tal vez pasa por la supresión de las dos pagas extraordinarias a los funcionarios públicos y a los pensionistas que perciban más de 1.000 euros mensuales.

Los portugueses también se han enfrentado este mes de octubre a un aumento en el precio de la electricidad del 17%, porcentaje que se incrementará otro 4% a comienzos de año. Igualmente está prevista la revalorización del impuesto de bienes inmuebles para los edificios adquiridos antes de 2004, que pagan cantidades mínimas (20 euros en algunos casos) frente a los 1.000 euros que tributan las nuevas edificaciones.

Las autovías gratuitas comenzarán a ser de peaje, por lo que comenzará a pagarse en las carreteras de doble carril del Algarve y la zona de Castelobranco. «Todas estas medidas se van a aplicar en un país donde se gana muy poco: el perjuicio va a ser grande», vaticina el director del semanario 'Linhas de Elvas'.

Ese recorte de sueldos, unido al sensible aumento de impuestos, terminará minando en el poder adquisitivo de la población que vive en el Alentejo y bajará su capacidad de compra de aquellos artículos que no son estrictamente necesarios, un fenómeno que se apreciará rápidamente en los negocios de Badajoz que tienen clientela portuguesa: tiendas de moda, joyerías, grandes almacenes, restaurantes...

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