Más de veinte bolsas de vergüenza
«Lo que más hay son plásticos y muchos de estos restos son de domingueros que vienen al río a pasar el día» Pese a la lluvia, cuarenta voluntarios dedicaron la mañana de ayer a limpiar El Pico
J. LÓPEZ-LAGO
Lunes, 14 de marzo 2011, 09:56
Con unos guantes, un pincho, un chubasquero, las botas llenas de barro y la espalda doblada. El tiempo no acompañó pero aún así, de este modo y bajo una fina lluvia, en torno a cuarenta voluntarios batieron la zona fluvial de El Pico y en una mañana llenaron más de veinte bolsas de basura con un peso aproximado de quince kilos cada una.
Aunque es posible que muchos de estos restos hayan sido arrastrados por las aguas hasta el tramo urbano de Badajoz, algunos de estos limpiadores altruistas tienen claro el origen de buena parte de esta basura. «Mucha es de domingueros que vienen a pasar el día y dejan aquí de todo. La mayoría son plásticos, pero hemos encontrado desde ruedas a colchones, calzoncillos, botes de pintura ...», decía ayer Joaquín Alegría. Pertenece a la asociación Unipesca, el grupo que ha impulsado esta iniciativa a la que después se han sumado otros colectivos, desde piragüistas a fotógrafos.
Por su parte, para facilitar la labor de los voluntarios, la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) cedió material para hacer más segura la limpieza y también las bolsas amarillas de gran tamaño que los ciudadanos fueron dejando llenas y atadas en el lugar pactado para que los operarios de la CHG las recojan hoy.
Manuel Alcalde, de la asociación 'Amigos del Guadiana' y que viajó ayer desde La Albuera para colaborar en la limpieza decía que la semana pasada estuvo en Sevilla «y sentí envidia de cómo tratan allí al río. Creo que en Badajoz más que limpiar, lo que hay que hacer es no ensuciar. Acabamos de pasar por la zona del botellón y es una vergüenza». Otros compañeros suyos se quejaban ayer de que no existiera un solo lugar o contenedor para depositar las bolsas de basura ni indicaciones advirtiendo de que no hay que abandonar restos.
Se repetirá el año que viene
El despliegue de voluntarios que se vio ayer se repetirá el año que viene, adelantó ayer uno de los organizadores, Pepe Alba, satisfecho con la respuesta de la gente pese a los nubarrones. «Han venido desde los piragüistas a los alumnos del Oscus que hacen su ruta de senderismo», decía agradecido.
La idea, que puso en marcha el año pasado por primera vez, consiste en limpiar por un lado y concienciar por otro, principalmente a los más pequeños. En el caso de ayer y debido al mal tiempo, estas actividades se trasladaron del Puente de Palmas a uno de los salones cedidos por el Hotel Río.
Allí los niños participaban en talleres manuales relacionados con la naturaleza rodeados de fotografías del río, desde las más bellas que reflejan detalles de la fauna y flora a otras instantáneas negativas pero reveladoras, como la de botellas flotando en las aguas del Guadiana o montañas de escombros en sus márgenes.
Según Charo Valero, monitora que vino acompañando al grupo de Scouts Santa Teresa, de entre 5 y 8 años, «a todos ellos les gustan mucho las actividades relacionadas con el agua y desde hace una semana estamos trabajando con ellos sobre cómo les gustaría que fuese su ciudad y su río. El tema de la limpieza ellos sí lo tienen muy bien asumido».