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Un internauta se dispone a elegir una red wifi de entre las que capta su ordenador, mientras toma un aperitivo en una cafetería. :: JORGE REY
CÁCERES

Tarifa plana de internet por cero euros

En la ciudad la inmensa mayoría de las conexiones wifi que se detectan tienen una codificación de seguridad muy baja Cada vez son más los ciudadanos que utilizan las redes inalámbricas ajenas para navegar

JOSÉ MANUEL MARTÍN

Lunes, 13 de diciembre 2010, 13:33

El ahorro se ha disparado desde que comenzó la crisis, o eso es lo que apuntan todas las estadísticas. Las familias han tenido que ajustar su presupuesto y renunciar a algunos lujos. Sin embargo, Internet no está entre las renuncias. El motivo, la facilidad de conseguir conexiones a Internet sin pagar un euro.

Las compañías telefónicas mantienen una guerra abierta por la cuota de mercado. Ofrecen infinidad de megas, que nunca llegan en su totalidad, a precios cada vez más bajos. Sin embargo, no pueden competir con la opción gratuita. La conexión 'pirata' no es la mejor, en ocasiones se interrumpe, depende de si los vecinos apagan sus equipos por la noche o cuando se van de vacaciones. Sin embargo, su precio la hace muy atractiva para muchas personas.

En Cáceres, como en cualquier otra ciudad, muchos vecinos tienen en sus casas equipos inalámbricos de conexión a internet, lo que se conoce como 'router wifi'. Estos equipos tienen una señal lo suficientemente potente como para poder ser detectada desde todos los puntos de la casa, de modo que sus dueños tengan todas las comodidades posibles a la hora de navegar por la red. Esta ventaja se convierte en un inconveniente cuando la señal emitida traspasa las paredes del domicilio y es detectada por otras personas. Para evitar la intrusión de otros usuarios en el equipo todos los router tienen una contraseña que el propietario puede modificar. Hasta aquí todo, más o menos, sabido.

Redes vulnerables

El problema aparece con la vulnerabilidad de las claves que traen los equipos instaladas por defecto. «No hace falta ser un experto en informática para desencriptar una clave de red», explica Bruno, un chico que no ha querido desvelar su verdadero nombre. Existen tres sistemas básicos de encriptado de las contraseñas WEP, WPA y WPA2.

El modo recomendado para una mayor seguridad es el WPA, o su versión mejorada WPA2, ya que es un sistema de 128 bytes. «El cifrado WPA es más complejo y por tanto más difícil de piratear», explica Rubén Álvarez, que trabaja en una tienda de informática. Los nuevos router ya incorporan el sistema WPA. Los expertos recomiendan aumentar la seguridad de sus contraseñas y cambiarlas con frecuencia. «La velocidad de navegación se reduce si hay más gente conectada a tu router», añaden. Además de la consecuente pérdida de velocidad existen problemas más graves. Si una alguien accede a una conexión que no es la suya y la protección del equipo inalámbrico no es la adecuada puede modificar las propiedades básicas, otorgándose privilegios y reduciendo, aún más, el uso del dueño.

Para desencriptar una clave y conectarte a un equipo ajeno basta con pocos elementos. «Sólo es necesario un adaptador wifi o una tarjeta de red, que funciona como antena y receptor de señal, y un disco con un programa», dice Bruno. El precio medio de un adaptador es de 20 euros, aunque su valor varía dependiendo de la potencia de la antena. Hay diversos programas que pueden utilizarse para descifrar las contraseñas. Todos están disponibles de forma gratuita en Internet, con lo que el desembolso económico que garantiza conexión a la red en casa es muy escaso. Los manuales de uso de este tipo de programas está muy accesible en internet.

Las fechas influyen

«Hay fechas en las que se venden más tarjetas de red, suele ser al comienzo del curso y antes de las vacaciones», comenta Santiago, trabajador de una tienda de informática. Curiosamente son las fechas de llegada de los estudiantes a la ciudad. «Muchos clientes piden antenas más potentes para detectar redes inalámbricas», reconoce Rubén.

«Las claves WEP son muy sencillas de descifrar, particularmente las de los router de Telefónica», afirma Bruno. En esto influye el descuido de los usuarios que no suelen cambiar las contraseñas instaladas por defecto en sus equipos. «Se puede descifrar una contraseña y conectarte a un equipo en menos de veinte segundos», apuntilla.

En la ciudad hay puntos dedicados a que sus usuarios dispongan de internet en su espacio. Edificios como la biblioteca pública ofrecen conexión a la red, la demanda es tan alta que la mayoría de la ocasiones no es posible conectarse y si se logra la velocidad es muy baja. También el campus universitario ofrece internet exclusivamente a los estudiantes, ya que es necesario el carnet de la facultad para acceder a la conexión.

Hay otra forma de navegar gratis sin necesidad de piratear ninguna red. La inmensa mayoría de los establecimientos hoteleros de la ciudad y varios locales de hostelería tienen internet a disposición de sus clientes, algo que aprovechan los vecinos cercanos para hacer uso de su conexión. Al estar destinado a que los clientes se puedan conectar se informa de la contraseña a todos los que entran en el establecimiento, de este modo aunque la clave esté encriptada no hay ningún problema en realizar la conexión, es suficiente con que los vecinos entren al local y pidan la contraseña para tener internet gratis en sus casas.

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