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El Premio Nobel John Nash.
«El genio no es un enfermo mental»

«El genio no es un enfermo mental»

Eso ha afirmado en alguna ocasión el Premio Nobel John Nash, a quien su esquizofrenia no le impide recibir premios a los 86 años; el último, en abril. Él pone rostro a una dolencia con la que hoy conviven casi medio millón de españoles

rebeca castellanos

Lunes, 4 de mayo 2015, 08:02

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Los pensamientos de un esquizofrénico pueden ser una vía de escape cuando se vive en una situación de estrés, hasta el punto de que lleguen a gobernar la mente de la persona». Así describe una enfermedad que nunca ha escondido el que quizá sea el esquizofrénico más famoso del mundo, John Forbes Nash, matemático, premio Nobel de Economía e inspiración del personaje interpretado por Russell Crowe la película Una mente maravillosa. Convencido de los frutos de la Ciencia, declaraba en una visita que realizó a España con motivo de su participación como jurado en un premio de la Fundación Juan José López-Ibor, que los avances de la ciencia «ayudarían a disminuir el estigma de las enfermedades mentales, como ya ocurrió con otros males, como las úlceras de estómago, que se pensaban que eran psicosomáticas y luego se descubrió que era una bacteria que se trata con antibióticos».

A pesar de que él sufrió la esquizofrenia durante décadas, hasta el punto de pensar que era perseguido por «criptocomunistas» y pedir asilo político en Europa, este matemático sigue recibiendo premios ya cumplidos los 86 años. El último, hace solo unas semanas. Él y un compañero han sido galardonados con el Premio Abel de matemáticas (considerado el Nobel de las Matemáticas) por su trabajo en ecuaciones diferenciales parciales, una herramienta empleada en muchas ciencias. ¿Es entonces un enfermo o un genio? Como él mismo ha declarado en alguna ocasión: «El genio no es un enfermo mental, pero, en caso de serlo, sabe aprovechar sus brotes para crear cosas fantásticas».

Rechazo social

Desgraciadamente, y a pesar de que los tratamientos avanzan, los esquizofrénicos se encuentran con la doble tarea de intentar controlar su enfermedad y, a la vez, lidiar con un rechazo social que sigue vigente. De ahí el valor de ejemplos como el de Nash, que ayudan a difundir otra imagen de esta patología mental.

En España, cerca de 400.000 personas padecen esquizofrenia. Su detección y la intervención temprana resultan fundamentales para conseguir mejorar el pronóstico de las personas que conviven con esta patología;pero también la falta de conciencia social que existe alrededor de esta enfermedad, dificulta tanto las relaciones sociales y laborales de quienes la padecen, hasta el punto de influir en sus posibilidades de mejora. Según la Asociación Madrileña de Amigos y Familiares de Personas con Esquizofrenia (AMMAFE), «la falta de conciencia de enfermedad es una de las principales causas de abandono del tratamiento».

Por contra, las personas diagnosticadas, que lo siguen un tratamiento adecuado (médico y psicosocial), que cuentan con una buena red de apoyo y que mantienen hábitos de vida saludables pueden tener una buena calidad de vida. «Tras varios años de terapia y de tratamiento, me encuentro bastante mejor. La esquizofrenia, aunque sigue estando ahí, ya no tiene el mismo impacto en mi vida que antes. Ya no me impide seguir yendo a mis clases en la Universidad, tener un trabajo por las tardes y quedar con mis amigos. Tenerla bajo control y poder recuperar mi vida normal me ha hecho valorar más aquellas cosas que para cualquiera son más fáciles de conseguir». Con estas palabras, otro paciente, en este caso anónimo, recuerda que sí hay una salida.

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