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Claudio Mateos
Lunes, 5 de enero 2015, 22:30
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La gran atracción de la cabalgata en Plasencia fueron, al margen de los Reyes Magos, los animales vivos del desfile. Abrían la comitiva medio centenar de ocas amaestradas, entre las que había también algunos pavos, que llamaron mucho la atención por la novedad. Más espectaculares aún eran los dos dromedarios cargados de regalos que desfilaron, el primero entre las ocas y la carroza de Melchor, y el segundo entre Gaspar y Baltasar.
MULTIMEDIA
La cabalgata, como viene siendo lo habitual, fue corta. La mayor afluencia de público se produjo en las avenidas de La Salle y Alfonso VIII, en especial junto a la fuente de la puerta del Sol, y sobre todo en la Plaza Mayor, donde sus Majestades llegaron alrededor de las 19,30 horas y se dirigieron a la multitud de niños allí congregados. Antes la espera había estado amenizada por un espectáculo con personajes famosos de dibujos animados.
La seguridad fue grande durante todo el recorrido, con cuatro vigilantes caminando junto a cada carroza y pendientes de los niños para prevenir accidentes. Todos los caramelos que se lanzaron son aptos para celiacos.
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