La noche que marcó al pueblo para siempre

Emilio y Antonio Izquierdo son tristemente famosos por su frialdad y la falta de arrepentimiento de lo ocurrido la noche del 26 de agosto de 1990. «Vamos a cazar tórtolas», les dijeron a sus hermanas cuando salieron de casa armados: Nueve muertos y 12 heridos graves, algunos acabaron tetrapléjicos, en silla de ruedas el resto de su vida, fue el triste balance. Entre los muertos había dos niñas de 13 y 14 años de la familia Cabanillas, enemistada con los Izquierdo. Los dos asesinos huyeron por la sierra y la Guardia Civil los encontró durmiendo nueve horas. Fueron detenidos sin oponer resistencia. En el juicio fueron condenados a 684 años de cárcel. El 13 de diciembre de 2006 uno de los hermanos Izquierdo, Emilio, murió en la cárcel de Badajoz a los 72 años de edad. Antonio se ahorcó en su celda el 25 de abril de 2010.