El Geoparque extremeño se examina
Un evaluador griego y otro chino recorren desde hoy Villuercas, Ibores y La Jara, en una visita clave para revalidar el título
Antonio J. Armero
Jueves, 23 de julio 2015, 07:28
Charalampos Sassoulas y Zhang Yuanhai llegaron ayer a Madrid, el griego por la mañana y el chino por la tarde, y a las diez de la mañana de hoy estarán en Castañar de Ibor, primera parada extremeña de su visita de dos días a las Villuercas, los Ibores y la Jara.
Los dos son evaluadores expertos de la Red Mundial de Geoparques, designados por la división de Ciencias de la Tierra de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), el organismo que hace cuatro años concedió a estas tres comarcas extremeñas el título que ahora aspiran a revalidar.
Con las notas que Sassoulas y Yuanhai tomen durante su viaje, elaborarán un informe que será la base que determinará si Extremadura conserva su Geoparque, algo que no se sabrá hasta septiembre. «Lo que nos toca ahora es saber mostrar lo que tenemos», resume José María Barrera, director de este espacio geográfico de paisaje rotunda y riqueza geológica que afronta su primera reválida. «La no revalidación del título -explica Barrera- ocurre cuando un territorio y sus autoridades dejan morir su Geoparque». «Creo que nosotros no tenemos ese riesgo porque el nuestro está muy vivo», opina el responsable, que ayer recibió en Madrid, junto a otros miembros del equipo que gestiona el día a día del Geoparque, a los inspectores.
Para ellos han preparado una agenda que incluye la visita a algunos de los espacios más conocidos de la zona. Entre ellos, la cueva de Castañar de Ibor, la mina Costanaza en Logrosán, el centro de recepción de visitantes de Cañamero, el Monasterio de Guadalupe, el pico Villuercas, el estrecho de la Peña Amarilla en Alía, el desfiladero del río Ruecas o el entorno del Guadarranque.
La aspiración es que el organismo que vigila la red de Geoparques conceda al extremeño la 'green card' (tarjeta verde). «Esta tarjeta -explica José María Barrera- puede venir con recomendaciones, con aspectos que pueden mejorarse». También puede incluir fuertes recomendaciones. O puede suceder que el sitio reciba una 'yellow card' (tarjeta amarilla), que viene a ser un aviso e implica la concesión de un plazo de dos años para solucionar las deficiencias detectadas. La 'red card' (tarjeta roja) supone no revalidad el título, un escenario que no se contempla en el caso de Villuercas, Ibores y La Jara, que recibe de 80.000 a 100.000 visitantes al año y que en estos cuatro años ha desarrollado una actividad importante. «Solo un dato: la asociación empresarial Geovilluercas nació con 19 empresas y ahora tiene 92», apunta Barrera, que estos días acompañará a los dos evaluadores. «Nuestra tarea ahora -amplía- es demostrar que aquí nos preocupamos por la conservación del patrimonio, que hay un proyecto educativo, implicación empresarial, atracción hacia el turismo...».
El Geoparque cacereño depende en primera instancia de la Diputación Provincial, que lo gestiona en colaboración con la Junta de Extremadura, la UEx, la Mancomunidad, el grupo de acción local Aprodervi, la asociación Geovilluercas y la Asociación Geológica de Extremadura.