Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
Almudena y África, la pasada semana en Valdelacalzada. :: casimiro moreno
África ya gatea

África ya gatea

Almudena Contreras une desde Valdelacalzada a familias con HDC

J. R. Alonso de la Torre

Lunes, 28 de julio 2014, 08:54

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hablo con Almudena un miércoles. Es su día de descanso. Los lunes viaja a Mérida. Los martes, a Cáceres y otra vez a Mérida. Los jueves, Montijo. Los viernes, repite en Montijo. Almudena no es viajante de comercio. Almudena es madre de una niña con hernia diafragmática congénita. No, no es un bulto, es una enfermedad rara. A partir de ahora la llamaremos por siglas, como se hace con las enfermedades raras: HDC.

Almudena Conteras tiene 33 años, es educadora social, lleva seis años en paro y vive en su pueblo: Valdelacalzada. Está casada con Yona Carretero, un cacereño que trabaja pintando coches en un taller de Montijo. Hace seis años, cuando su hija África llevaba 29 semanas en su vientre, Almudena se enteró de que iba a ser madre de una niña con HDC. Y sí, también ella pensó que era un simple bulto. Pero se trataba de una malformación del diafragma, ese músculo situado bajo el pecho. El caso es que a África se le subiría la cavidad abdominal y sus pulmones no podrían desarrollarse.

Derivaron a la madre a Barcelona y allí nació África. El 20 de agosto cumple seis años. A las 12 horas de nacer, la niña volvía al quirófano y era operada. Le instalaban un diafragma de 'gore-tex', ese tejido mágico que lo mismo impermeabiliza unas botas que salva una vida. Y la niña salió adelante. Aunque su corazón quedó levemente afectado y padece una cardiopatía. Aunque a los 13 meses tuvo una asepsis que le afectó el equilibrio y el habla.

«Pero África es una luchadora nata que está consiguiendo lo que ningún médico esperaba: ya gatea, construye verbalmente pequeñas frases y se comunica perfectamente», presume su madre.

La capacidad de lucha de la niña debe de ser congénita. La madre se quedó en paro al tiempo que nacía la hija. A partir de ahí, dedicación exclusiva a sacar a África adelante. La siguen en Badajoz diversos equipos médicos (neurología, cirugía, cardiología y gastroenterología) y la tratan en Barcelona cada tres o seis meses.

«Mi vida con África es un caos. la rehabilitan en Aprosuba 8 de Montijo hora y media a la semana. El resto de la rehabilitación es privada en Neuroemérita de Mérida y con una fisiosteópata de Cáceres. Así que andamos siempre de aquí para allá», relata su odisea.

Y los miércoles y los fines de semana. ¿Descanso? Pues no, nada de eso porque Almudena lleva un tiempo metida en un fregado importante. «Cuando llegamos a Barcelona y nació África, tuvimos que pasar allí mucho tiempo y nos sentíamos solos. Explicábamos lo de la HDC y nos miraban raro hasta los médicos. Empecé a pensar que debíamos unirnos y ayudarnos los padres con este problema. Una médico de Barcelona me animó y monté un blog para que nos comunicáramos los padres con hijos con HDC», explica.

El blog no resultó, pero el WhatsApp, sí. «Monté un grupo y fue como mágico, empezaron a unirse padres y acabamos montando una asociación con sus estatutos, su web y sus grupos de Facebook y Twitter». Almudena Contreras, además de recorrer con su hija la región cada semana, es fundadora y presidenta de la asociación nacional «La vida con hernia diafragmática congénita».

Si recaudan dinero, lo dedican a apoyar al grupo de investigación sobre HDC que funciona en el hospital Sant Joan de Deu de Barcelona. También hacen carteles y dípticos para informar a los padres que van a tener un hijo con HDC. «Lo más importante es que los padres no se sientan solos, que vean que hay salidas. También nos comunicamos entre nosotros para resolver pequeñas dudas: ¿Es normal que mi niña tenga tantos mocos? ¿Es normal que se haya puesto mala del estómago? Son inquietudes cotidianas que resolvemos con comunicación».

Ya se han reunido una vez en Barcelona y los niños se relacionaban entre sí y se enseñaban sus cicatrices. Pero la vida no se detiene y Almudena y África prosiguen su peregrinaje semanal y su lucha. La niña ya gatea y eso compensa todos los esfuerzos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios