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Bale se tapa las orejas después de marcar el primer gol.
El Madrid y Bale cumplen a medias
jornada 27

El Madrid y Bale cumplen a medias

Dos goles del galés aseguran la victoria en el primer tiempo y permiten al equipo blanco relajarse

Amador Gómez

Domingo, 15 de marzo 2015, 00:29

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El Real Madrid y Gareth Bale, ansioso por reivindicarse ante una afición expectante por comprobar el necesario cambio de actitud del equipo y del galés tras la derrota ante el Schalke, respondieron a medias a la exigencia del Bernabéu, de Florentino Pérez y de Carlo Ancelotti, para rehabilitarse ante el débil Levante, del que se aprovechó el conjunto blanco para romper su negativa dinámica, mejorar un poco su juego y llegar al Camp Nou con otras sensaciones. Después de tres partidos sin conocer la victoria y de ensuciar su imagen, sobre todo en un partido europeo en el que acarició un batacazo histórico, el Madrid se aseguró el triunfo en el primer tiempo, en el que recuperó el dinamismo y la velocidad, y también el carácter, para permitirse la relajación tras el descanso.

El equipo de Ancelotti, aún con la bronca del pasado martes retumbando en sus cabezas y obligado a acallar los pitos con los que amenazaba el Bernabéu desde el primer minuto frente al Levante, también se vio relanzado por Bale, que llevaba nueve encuentros sin marcar, criticado por su insolidaridad defensiva, y frente al encerrado Levante, además de ofrecer más sacrificio, firmó un doblete. Sin embargo, su segundo gol se lo tiene que agradecer al derechazo de Cristiano Ronaldo, desviado por el galés, mientras al luso se le escapa la pelea por el 'Pichichi' con Messi y volvió a dar muestras de desesperación por su ineficacia ofensiva. Da igual cómo remate que Cristiano no encuentra el gol.

Aunque el fútbol del Real Madrid no fue brillante, especialmente en la segunda parte, cuando el equipo ya tenía garantizada la victoria, al menos sí hubo un cambio importante de intensidad en la primera mitad, que se olvidó por completo tras el descanso. Está tan acostumbrado el equipo blanco a bajar el ritmo y relajarse que frente al Levante, por mucho que sus aficionados se esperasen mucho más, no iba a ser una excepción. El equipo, enchufado desde el pitido inicial y lanzado a por el gol, dominó siempre a su rival en el primer tiempo, jugando en campo del Levante, y cuando se fue al descanso con dos goles a favor, creyó tener licencia para sestear, aunque el Bernabéu no aguante esa apatía. Cuando la afición dormitaba en el minuto 65 Benzema se encargó sin embargo de levantar de nuevo el coliseo blanco con una espectacular espuela con su derecha que se estrelló en la cruceta, con un remate de genio que no tuvo premio y que le dio al francés una segunda oportunidad que malogró mandando el balón al limbo.

Ahí mismo quiso mandar el Madrid casi todo el trabajo realizado en la primera mitad, cuando, con la intención de demostrar la autoridad y el sacrificio y la solidaridad que le reclamó la víspera su entrenador, arrolló sobre el césped al Levante, aunque no en el marcador, porque al equipo volvió a faltarle pegada, con ocasiones perdidas por su tridente de ataque y remate incluido de Cristiano al poste casi nada más arrancar. Cambió la actitud del equipo y parte del equipo, espoleado por la defensa adelantada de Sergio Ramos y Pepe, para presionar muy arriba, la claridad de ideas de Modric, escorado a la derecha de la medular supuestamente liderada por el discreto Lucas Silva, y las ganas de Bale por resarcirse y tapar bocas. Lo que hizo sin embargo el galés tras abrir el camino de la victoria fue sin embargo taparse las orejas, además de dar un patadón al banderín y lanzar un par de improperios al público, respondiendo a sus detractores.

Su primer tanto llegó después de que Ramis sacase bajo palos una chilena de Cristiano, que sigue enfadado con todos, negado ante el gol, y se volvió a ganar algunos silbidos del Bernabéu por su actitud displicente en el tramo final del partido, aunque no dejó de intentarlo. Sí se notaron para bien los cambios en el centro de la defensa con el imprescindible Ramos y en el centro del campo con la titularidad de Modric y el descanso obligado a Kroos porque el alemán está agotado, pero el de la portería dio igual, ya que el Levante no tiró una sola vez a puerta. En el ataque se mantuvo la BBC de siempre, hasta que Ancelotti decidió retirar al otro intocable, Isco, y modificar así el sistema y reforzar el centro del campo para no permitir ningún susto y que un gol del Levante, una utopía, pudiese sacudir de nuevo las gradas del coliseo blanco y provocase nervios en los suyos.

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