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Pau Gasol encumbra a España
eurobasket | semifinales

Pau Gasol encumbra a España

Otra exhibición memorable del pívot lleva a una heroica selección a los Juegos y a la final del Eurobasket

Amador Gómez

Jueves, 17 de septiembre 2015, 02:15

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Encumbrada por un inmenso Pau Gasol, fue posible la proeza y España se tomó, con prórroga incluida, una dulce venganza ante Francia, la defensora del título, rendida al poderío, espíritu y ambición del pívot catalán y al sacrificio y orgullo de una selección que no ha dejado de sufrir y crecer en este Eurobasket. Otra exhibición memorable de Pau Gasol, en uno de sus mejores partidos con España (40 puntos, 11 rebotes, tres tapones, una asistencia y un robo en 36 minutos y medio) llevó a una heroica selección española a los Juegos Olímpicos y a la final continental. Se asegura así también una nueva medalla un equipo que no ha dejado de subir al podio europeo en los últimos años pero que, aunque vez cumplido un objetivo que era un desafío mayúsculo, ya no se conforma sólo con la plata. En actitud y corazón no gana nadie a esta España que tendrá dependencia de Gasol, pero bendita dependencia con este monstruo del baloncesto, todo talento y carácter del que se contagian sus compañeros para alcanzar los retos más complicados.

«Queremos el oro. Hemos venido aquí a ganar», proclamó el pívot catalán de los Bulls tras firmar una actuación magistral, de clase, rabia y trabajo. Francia se encogió ante el colosal Pau Gasol, que en el último cuarto, cuando ganaba por nueve (52-61) sin la gran estrella de España en pista, se asustó cuando él salió a seis minutos y medio del final. A partir de ese momento, un parcial de 10-0 para España y pista libre al menos hacia el tiempo extra, gracias a Gasol. Cuando Gasol puso el 60-61 a tres minutos del final con un mate espectacular, su grito de rabia denotaba que la selección estaba ya estaba lanzada a por la victoria. Ese grito que invitaba al resto a trabajar aún más en busca de un triunfo trascendental que evitaba el preolímpico y convertía a España en una selección grandiosa en clase, corazón y actitud, hacía presagiar lo mejor para el equipo de Sergio Scariolo, sufridor y triunfador con equipo tan limitado. Francia era una mejor selección, pero España se crece cuanto mayor es la adversidad, y este Europeo es una prueba continua de padecimiento y agonía.

A pesar de sus muchos errores, porque España dio demasiadas opciones, sobre todo en un pobre tercer cuarto, algo a lo que ya está acostumbrada, y de que duante muchos minutos fue superada claramente en el rebote por una selección francesa muy física, la selección de Scariolo se agarró en el momento de la verdad a Pau Gasol y a su defensa para dar el golpe y acallar, no sólo a los 27.000 aficionados presentes en el pabellón de Lille, sino a toda Francia. Así se tomó España la revancha del histórico fracaso sufrido el pasado año en su Mundial. Al final, porque a la selección liderada por Pau no le quedaba otra que apretar los dientes en defensa, buscar siempre a su referencia y luchar por cada balón como si fuese la vida en ello, hubo igualdad en capturas (44 cada equipo, con 16 rebotes ofensivos del equipo de Scariolo y 18 del rival).

Agresividad y valentía

Fue el mejor jugador de la historia del baloncesto español el que mantuvo siempre a la selección en una batalla que en principio se presumía muy desequilibrada, pero se consiguió la hazaña con trabajo defensivo, descaro, clase, confianza en sí mismo, y garra, mucha garra. Gelabale dijo que esperaba ver si los españoles tenían cojones en tierra gala, tan hostil, frente a la campeona. Pues vaya si demostraron tenerlos. El que más, Pau, pero a otros ya conocidos como él por su coraje y no dejarse nunca intimidar se sumaron muchos otros. Los puntos también los puso el Chacho Rodríguez, pero a pesar de que España volvió a pegársela desde el exterior (4 de 21 triples), en los momentos más comprometidos también se agarró a la valentía de Sergio Llull, aparte de a los rebotes de Felipe Reyes y Víctor Claver, otro que se ha apuntado a la agresividad y al carácter de la mejor España. La que hace sufrir y difrutar. La que permitió presenciar un duelo fantástico, pleno de intensidada y emoción, y dejó, entre otras muchas, una imagen para la historia, con los golpes de pecho de Pau Gasol cuando puso el 78-75 letal a 18 segundos para el final. Francia entonces quedó herida de muerte ante un jugador de otra dimensión frente al que cayeron derribados los gigantes franceses y también el genio de Tony Parker, desconcertado ante rival tan poderoso.

Gracias a Pau Gasol (13 puntos al descanso) y a una gran defensa, España, que llegó a ir perdiendo por siete tras un mal comienzo (6-13), mantuvo sus esperanzas al irse con vida a los vestuarios, pese a su inferioridad en el rebote (15 capturas entonces frente a las 23 de Francia) y al desacierto desde el triple: sólo 3 de 12. España, agarrada siempre a la producción de su líder, acabó el primer parcial algo desconcertada, porque desde el exterior no le entraban los lanzamientos, desde la media distancia tampoco tenía la muñeca fina, y no podía correr ante un rival todo músculo. Francia demostró en ese cuarto inicial ser más equipo, pero la defensa en zona de España, su agresividad atrás y la entrada del Chacho Rodríguez le dieron otro aire muy diferente. Había vuelto a pasar España por muy mal momento cuando Gasol estaba descansando (22-27), pero cuando él estuvo en la cancha, España fue una España invencible.

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