Miguel Ángel Perera, muy grave tras una cogida en Salamanca

El diestro extremeño Miguel Ángel Perera llegaba a Salamanca dispuesto a mostrar su mejor toreo, el valor y la entrega de esta buena temporada. En una tarde fría, desapacible y con viento, el torero de Puebla del Prior quería poner el calor en las venas del público que llenaba tres cuartos de la plaza de La Glorieta. El silencio se hizo en el coso cuando se dispuso a recibir al primero de su lote, de nombre 'Boticario', con dos verónicas de rodillas al hilo de las tablas. En ese momento el extremeño fue corneado de forma violenta. El morlaco, de la ganadería de Domingo Hernández, le enganchó de tal forma que acabó sacándole del ruedo y metiéndole en el callejón.

Perera fue rápidamente trasladado a la enfermería de la plaza, donde fue intervenido por espacio de dos horas de dos cornadas en la zona del abdomen, de pronóstico «muy grave», según reza el parte médico, que firmó el doctor Ortega Martín-Corral. Tras ser estabilizado, fue trasladado al hospital Clínico de Salamanca.

Cabe destacar que ambas heridas diseccionaron la arteria ilíaca, dejaron al descubierto el músculo psoas, liberaron el uréter y alcanzaron el recto, el peritoneo y las arterias hemorroidales, además de desgarrar la aponeurosis de oblicuo mayor, menor y transverso.

El parte médico indica que el matador de toros sufre «heridas por asta de toro al nivel del punto de Mac-Burne, con trayectoria descendente». Por ello se le realizó una laparotomía media, infra-supraumbilical. «La herida penetró en el retroperitoneo y diseccionó la arteria ilíaca común, así como ilíaca interna, externa y la vena ilíaca, dejando el músculo Psoas al descubierto».

También se produjo la «liberación del uréter, donde se apreció la continuidad del mismo. La trayectoria de la herida se prolonga a la cara lateral derecha del recto, llegando a arterias hemorroidales». Perera presentó una hemorragia intensa de retroperitoneo. Según el parte médico, también se le practicó una hemostasia y la sutura del peritoneo, dejando un drenaje y fondo de sacos. Durante la operación, que se llevó a cabo bajo anestesia general, los doctores apreciaron la existencia de divertículos de Meckel.

La corrida

Tras la cogida, el penúltimo festejo de la Virgen de la Vega se convirtió en un mano a mano entre Julián López 'El Juli', que cortó una oreja, y Sebastián Castella, que abrió la puerta grande. Cabe destacar que el director de lidia, 'El Juli', fue el encargado de hacerse cargo del toro que corneó a Perera, con el que nunca se confió a pesar de que el animal sirvió en la muleta.