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Miles de personas presenciaron en la Plaza Mayor el espectáculo teatral y la lucha posterior de San Jorge y el dragón. :: fotos: jorge rey
Cáceres vuelve a disfrutar de su                  noche más épica

Cáceres vuelve a disfrutar de su noche más épica

San Jorge revive su leyenda ante las miles de personas que asistieron a la quema del dragón

M. J. T.

Domingo, 23 de abril 2017, 08:48

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cáceres. Fuego, dragones, luchas entre moros y cristianos... Cáceres vivió ayer su noche más épica. Un año más, se revivió aquel 23 de abril de 1229, día de San Jorge, cuando la ciudad fue reconquistada para la cristiandad. La Plaza Mayor volvió a abarrotarse para seguir uno de los momentos más esperados: la derrota del dragón a manos de un San Jorge a caballo y la posterior lluvia de fuegos artificiales.

LA FIESTA, EN DATOS

  • Participantes. El desfile de ayer fue el más masivo de los que se recuerdan. El cortejo estuvo integrado por 1.200 personas (200 actores profesionales).

  • Dragones. Al dragón oficial se han sumado este año los elaborados por las ampas (asociaciones de madres y padres) del

  • San Antonio, Alba Plata, Extremadura, Castra Caecilia, Giner de los Ríos, Prácticas, Moctezuma, Carmelitas, Sagrado Corazón y Cervantes.

  • Las dimensiones. El dragón oficial, elaborado por Escenografía La Caja, tenía unas dimensiones de 14 metros de largo, 2,5 de ancho y 4 de alto.

  • El presupuesto. La fiesta, que financia el Ayuntamiento de Cáceres, tiene un presupuesto de 45.980 euros. La empresa Atakama se ocupa de su organización general.

Si por algo se recordará el desfile de ayer, que precedió al acto de la Plaza, será porque no hubo un único dragón que acaparara todas la miradas, sino once. Al oficial, diseñado por la empresa cacereña Escenografía La Caja, se sumaron los elaborados por los colegios participantes en el desfile.

Uno de los más llamativos resultó ser el elaborado por la Ampa (Asociación de Madres y Padres) del colegio San Antonio. Su dragón rompió todos los esquemas al ser blanco. El autor del diseño ha sido Álvaro Arques, miembro de la Ampa. «Queríamos hacer algo diferente», apuntaba momentos antes del arranque del pasacalles.

Tal y como estaba previsto, el desfile partió a las 20.30 horas desde la avenida de la Hispanidad, a la altura del Pabellón Moctezuma. El colegio Giner de los Ríos fue el encargado de abrir un cortejo muy numeroso. Siguiendo la línea del año pasado, la festividad de San Jorge ha involucrado a los centros educativos de la ciudad, lo que hace que la participación sea más masiva. En total, unas 1.200 personas participaron activamente ayer en el pasacalles. De ellos, 200 eran profesionales del espectáculo. El resto, padres y niños con ganas de pasar un buen rato. «Participamos el año pasado por primera vez y este año venimos el doble de gente. Los niños lo viven mucho y nosotros también», comentaba Luis Plasencia, miembro también de la Ampa del San Antonio.

Además de este colegio y el Giner de los Ríos, anoche se enfundaron los trajes de moros y cristianos miembros del Alba Plata, Extremadura, Castra Caecilia, Prácticas, Moctezuma, Carmelitas, Sagrado Corazón y Cervantes. A los centros educativos también quiso sumarse la asociación de vecinos de Llopis Ivorra-Espíritu Santo. La implicación de la ciudadana es, según dijo la alcaldesa, Elena Nevado, el pasado lunes durante el pregón de San Jorge, uno de los grandes retos de esta fiesta. Y parece que poco a poco lo va consiguiendo.

El dragón oficial del cortejo ha sido elaborado este año en Cáceres. Mide 14 metros de largo, 2,5 de ancho y cuatro de largo. Por la mañana y parte de la tarde estuvo expuesto en la Plaza Mayor, circunstancia que aprovecharon muchos cacereños para inmortalizar el momento y hacerse 'selfies' con la fiera.

El encargado de plantar cara al dragón, tal y como reza la leyenda, es San Jorge, que ayer volvió a recorrer la ciudad a lomos de su caballo blanco, con túnica blanca y capa roja, arropado por otros seis caballeros. También se pudo ver a caballo a otro de los personajes más conocidos de la festividad: la mora Mansaborá.

Bajo la armadura de San Jorge se esconde desde hace tres años Juan Manuel Martín, quien desde lo alto de su montura aseguraba que «el momento más especial del desfile es la entrada en la Plaza Mayor».

Antes de llegar aquí, el gran escenario de la fiesta, el pasacalles discurrió por Isabel de Moctezuma, Antonio Hurtado, Plaza de América, avenida de España, San Pedro, San Juan y la calle Gran Vía. A la Cruz de los Caídos (Plaza de América) la cabeza del cortejo hizo su entrada poco antes de las 21.30 horas. Para entonces, en el Paseo de Cánovas la expectación estaba servida y desde hacía tiempo había quien reservaba ya la primera fila para no perder detalle del espectáculo. El dragón dejó atrás la Fuente Luminosa al filo de las diez y media.

Como cada primavera, la quema del dragón en la Plaza Mayor viene precedida de un espectáculo que recrea la reconquista de Cáceres. El texto de anoche fue escrito por Fulgen Valares bajo la dirección de Olga Estecha. Cuenta la leyenda que la princesa mora Mansaborá traicionó a su padre entregando a su enamorado, un capitán de las tropas cristianas, las llaves que le llevaron a perder la villa. Ante este hecho, el padre convirtió a la joven en gallina. La quema del dragón, uno de los momentos más esperados de la noche, alude al fuego que arrasó la ciudad en la noche del asalto.

El Arco de la Estrella sirvió como escenario para recrear la leyenda, que en esta ocasión ha tenido un guiño contemporáneo. Dos personajes actuales, un abuelo y su nieta, fueron los encargado de guiar a los asistentes por la historia.

En la representación participaron un centenar de personas, entre ellas la cantante Anna Picornell, que interpretó dos canciones sefardíes en directo. El público pudo ver, además, una danza vertical desde la Torre de Bujaco.

Es el tercer año consecutivo que Atakama Teatro se ha encargado de la organización del desfile y el espectáculo de la Plaza Mayor. Además de dragones, caballos, padres y niños, el desfile de San Jorge contó con cabezudos, danzantes del vientre, animaciones varias y bandas de música. La fiesta tiene un presupuesto de 46.000 euros.

Cabe destacar, a modo de curiosidad, que las luchas de moros y cristianos que se escenifican los 22 de abril de los últimos años son sin espadas. Tampoco hay enfrentamientos bélicos. La confrontaciones son coreográficas. Como colofón, para festejar la derrota del dragón y la celebración del patrón, el cielo de Cáceres se iluminó con fuegos artificiales cuando faltaban quince minutos para la medianoche.

La fiesta continuó en las calles de la Ciudad Monumental con la búsqueda de las tradicionales gallinas (que esconden cheques en premios) en una noche de leyenda.

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