Unas elecciones para olvidar

El miércoles por la noche se hizo la exposición de programas de los candidatos. Fue en el Colegio de Farmacéuticos y asistieron entre 20 y 25 personas. Felipe Martín llegó anunciando que impugnaría aquel acto por supuestas irregularidades en cómo ha formalizado Soriano su candidatura. El ambiente se calentó desde el principio y Martín llegó a las manos con el también abogado José López Castilla. Este pertenecía a la lista de Vidarte y después fue miembro de la gestora, de la que se desvinculó dejando sin validez este órgano provisional. Hasta que la gente los separó, hubo un intercambio de insultos, empujones y algún agarrón.

Con estos antecedentes y siguiendo el calendario electoral, ayer tocaba votar en la sede vecinal de la Plaza Alta. En el censo, 290 personas. Depositaron su papeleta 90. Salió ganador José María Soriano con 81 votos. Felipe Martín obtuvo 6 y en blanco se contabilizaron 3 votos. Pese a un resultado tan holgado, resulta difícil creer que esto sea el punto final.

Según Soriano, todas las acusaciones que ha recibido no tener inscrita la asociación, sospechas sobre los gastos de la misma, una proclamación de candidatura que no se ajusta a los estatutos son falsas. Según Vidarte, que se negó a votar (y también a favorecer a la candidatura de Martín pese a la promesa de este de que si ganaba ayer dimitiría a los seis meses para convocar un proceso electoral transparente y legal), las elecciones de ayer no son válidas. Vidarte no descarta promover una asociación paralela con una directiva al frente que fue la que salió de una asamblea el pasado 17 de diciembre. Para Martín, presente en todo momento durante la votación, la cita electoral de ayer no vale pues afirmaba que solo podía ser votado él o en blanco. Según Soriano, que se proclamó por tercera vez consecutiva presidente de los vecinos del Casco Antiguo, «si alguien tiene que ir al juez que vaya al juez».