Cáceres 2016 confía en su futuro y sigue como marca

24 horas para superar el disgusto de no haber pasado el corte y no poder ser capital cultural en 2016 y «dos o tres meses» para decidir cómo encarrilar todo el trabajo hecho y no darlo por perdido. El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, dio ayer estos plazos y trató por todos los medios de elevar los maltrechos ánimos colectivos. Lo hizo a base de frases de autoestima y orgullo en el Ayuntamiento de Cáceres, en donde se reunió con la alcaldesa Carmen Heras, miembros del Consorcio, responsables para la capitalidad, cargos regionales y personas que han trabajado en la redacción del proyecto. Allí se analizó el escenario ante el que se encuentra la ciudad tras el inesperado 'no' que el jueves por la tarde le dio el jurado internacional de la candidatura.

La marca Cáceres 2016 continuará, y también está previsto que lo haga el Consorcio, la entidad creada hace cuatro años y medio y constituida por ocho entidades regionales, que durante todo este tiempo ha servido de armazón y de máquina. El compromiso de la Junta está ahí. Cáceres 2016 seguirá contra viento y marea. Se trata de ir sumando ideas para crear «un proyecto emblemático» para la ciudad. «El nombre lo debemos mantener, Cáceres 2016 se ha llevado muchas cosas». «Esa marca, si no está registrada la registramos». Puso por ejemplo el equipo de baloncesto, que lleva este nombre y que no lo va a perder. Sostuvo que el compromiso, el dinero y el tiempo empleado y la solidez del proyecto son argumentos muy de peso para continuar. Una idea que lanzó Vara es que anualmente una ciudad extremeña ostente el título de capital de la cultura anual en la región.

«Ellos se lo pierden»

Sobre si Cáceres apoyará alguna capital preseleccionada Vara dijo que «la capital cultural española es la nuestra», y que la ciudad se hermanará con la capital polaca que resulte elegida. Hay 11 capitales candidatas en el país báltico, entre ellas la capital, Varsovia, o Gdansk.

Había aún caras de tristezas entre los que, de una forma de otra, han participado en esta aspiración. Lo que no hubo fue autocrítica ni asunción de responsabilidades, sino la creencia firme de que las cosas se han hecho bien. «Desgraciadamente ellos se lo van a perder, nunca sabrán lo que han perdido, y nunca podrán comprobar lo que hubieran ganado si Cáceres hubiera sido capital europea de la cultura en 2016», siguió Vara, que aseguró que la región está preparada para presentarse a la candidatura que sea. «Vamos a volver a intentar ser todo». Heras se refirió a la posibilidad de entrar en otros proyectos europeos relacionados con la innovación y el medio ambiente. Ninguno descartó la posibilidad de volver a presentarse a capital europea de la Cultura. «Algo habremos hecho mal que no le haya gustado al jurado, pero no creo que nadie haya trabajado más que nosotros». «No creo que ningún miembro del jurado sea Dios». «Yo no creo que tengamos que aprender, no hicimos el proyecto para gustarle a un jurado». El presidente explicó que no hubo cuestiones que les costara responder ante el jurado y que el asunto económico no fue un escollo. Heras también se hizo fuerte en la idea de que «el proyecto no tiene defectos». «Nada de latigazos». El ministerio de Cultura emitirá un informe la semana que viene en el que se darán más datos sobre la criba y la valoración de las candidaturas.

Javier Pizarro, redactor del proyecto o Carmina Santos, concejala de Cultura y portavoz de Foro Ciudadano intervinieron en este acto de catarsis colectiva en el que Cáceres pareció querer salir con la cabeza muy alta. Cáceres 2016 continúa sin temer a jurados internacionales. No hay mensajes derrotistas que valgan, el juego sigue.