Borrar
Las razones del cofundador de Facebook para «desmontarla»

Las razones del cofundador de Facebook para «desmontarla»

REDES SOCIALES ·

Tras siete años alejado de la compañía, Chris Hughes se siente decepcionado con su pequeña gran creación

José A. González

Madrid

Lunes, 13 de mayo 2019, 06:53

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A la historia solo ha pasado Mark Zuckerberg. El joven neoyorquino se ha llevado todos los halagos y, últimamente, las críticas. Pero aquel 4 de febrero de 2004 en esa habitación universitaria de Harvard, Zuckerberg estaba acompañado de 4 compañeros. Uno de ellos es Chris Hughes que esta semana ha escrito una dura carta al CEO de Facebook.

Titulada Es hora de romper Facebook, Hughes arremete con fuerza contra su compañero en The New York Times. Este joven empresario estadounidense dejó la compañía en 2007. «Han pasado 15 años desde que cofundé Facebook en Harvard, y no he trabajado en la compañía en una década. Siento una sensación de ira y responsabilidad».

De la compañía que dejó poco queda, ahora Facebook domina el mercado de las redes sociales con más de 2.000 millones de usuarios y se suman WhatsApp e Instagram, «Estoy decepcionado conmigo mismo y con el primer equipo de Facebook por no pensar más en cómo el algoritmo de News Feed podría cambiar nuestra cultura, influir en las elecciones y empoderar a los líderes nacionalistas».

La marejada en Facebook llegó con la injerencia de Rusia en las Elecciones de Estados Unidos. El escándalo llegó en 2016, pero, según Reino Unido, Zuckerberg y la cúpula de la compañía eran conscientes de las actividades de grupos extranjeros.

El parlamento británico, a través de Six4Tree, tuvo acceso a documentos privados de la red social a finales de 2018. En esos textos se encuentra un correo electrónico en el que supuestamente un ingeniero de la compañía advierte a los directivos de Facebook que direcciones IP procedentes de Rusia habían accedido a «tres mil millones» de datos diario.

«Cualquier información que pueda haber visto (...) es, en el mejor de los casos, parcial; en el peor, potencialmente engañosa», se defendía Richard Allan, vicepresidente de Facebook, ante el presidente Comité de la Cámara de los Comunes sobre Digital, Cultura y Medios (DCMSC), Damian Collins.

Según The New York Times, la dirección engañó a los usuarios y al público en general acerca de hasta dónde sabía en la trama rusa. Rusia, fake news y continuas brechas de seguridad que han llevado a la compañía a «una importante pérdida de reputación», apunta el amigo de Zuckerberg.

Hughes, además, los enumera: las prácticas de privacidad descuidadas que dejaron a decenas de millones de datos de usuarios en el regazo de una consultora política; la lenta respuesta a los agentes rusos, la retórica violenta y las noticias falsas; y el impulso ilimitado de captar cada vez más nuestro tiempo y nuestra atención: domina los titulares.

El pasado mes de marzo, Axios y The Harris Polo publicaron su encuesta de reputación empresarial en Estados Unidos. Los escándalos en materia de privacidad han hecho que Facebook pase de la posición 51 a la 94. Mark «es humano, pero es su misma humanidad la que hace que su poder sin control sea tan problemático».

Al frente del transatlántico sigue estando Zuckerberg que es el accionista mayoritario de Facebook y representa el 59,9% de la compañía. «La junta de Facebook funciona más como un comité asesor que como un supervisor», denuncia Hughes. Un poder impresionante que le concede la ventaja de no tener que responder ante casi nadie, solo las autoridades regulatorias.

Por encima de él solo la SEC, el regulador bursátil estadounidenses, o la FTC, la Comisión Federal de Comercio del país. Zuckerberg puede decidir solo cómo configurar los algoritmos de Facebook para determinar qué ven las personas en sus noticias, qué configuración de privacidad pueden usar e incluso qué mensajes se entregan, entre otros.

Desde abril de 2018, la lista de directivos que han abandonado las compañías presididas por Zuckerberg no deja de crecer. El primero fue el creador de Whatsapp, Jan Koum. El creador de la famosa app de mensajería instantánea junto con Brian Acton dejaron su revolucionario invento tras cuatro años.

Les siguió el director de políticas, Elliot Schrage, y en pleno verano el ex jefe de seguridad, Alex Stamos, dejó el barco. «He tenido algunos desacuerdos con todos mis colegas, incluidos otros ejecutivos», llegó a comentar. El periodo estival también se llevó a Rachel Whetstone, directiva de políticas públicas y antigua directora de comunicaciones, y a Dan Rose.

Más llamativas fueron las salidas de los padres de Instagram el pasado mes de septiembre. Kevin Systrom y Mike Krieger abandonaron el transatlántico en medio de informaciones que aseguraban de la toma de posiciones y decisiones de Zuckerberg en la compañía. «Nadie deja nunca un trabajo porque todo es increíble», señalaron.

Los siguientes nombres fueron Brendan Iribe, CEO y cofundador de Oculus, Neeraj Arora, el responsable de sacar dinero en WhatsApp, Debbie Frost, la directiva de relaciones públicas más antigua de Facebook, y, por último, uno de los primeros quince ingenieros de Facebook y mano derecha de Zuckerberg, Chris Cox. «Me preocupa que Mark se haya rodeado de un equipo que refuerce sus creencias en lugar de desafiarlas», destaca Hughes.

«El poder de Mark no tiene precedentes y es antiamericano», alerta. «Somos una nación con una tradición de controlar los monopolios, sin importar qué tan bien intencionados sean los líderes de estas compañías», añade.

En la actualidad, cerca del 70% de los adultos estadounidenses utiliza las redes sociales. Facebook supera los dos mil millones de usuarios en todo el planeta y sus números no paran de crecer en todos los mercados. «Desde nuestros primeros días, Mark usó la palabra «dominación» para describir nuestras ambiciones, sin ningún indicio de ironía o humildad», relata. «El mayor error de la FTC fue permitir que Facebook adquiriera Instagram y WhatsApp», lamenta el que fuera cofundador de Facebook.

La adquisición de Instagram garantizó que Facebook mantendría su dominio en las redes de fotos, y WhatsApp le dio una nueva entrada a la mensajería móvil en tiempo real. Zuckerberg es el rey de las redes sociales y sus competidores no consiguen alcanzar su rebufo.

Así resume Hughes en el titular el futuro de Facebook: «romperlo» y que las tres empresas (Facebook, Instagram y Whatsapp) coticen por separado, aunque es consciente de que «no hay voluntad política». Existe, sí, una sola amenaza la de la candidata demócrata Elizabeth Warren, que ha pedido expresamente la fragmentación de empresas como Amazon, Google, Apple o Facebook.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios