A Sánchez Lomba
JOSÉ MARÍA GEA
Viernes, 25 de febrero 2022, 09:27
Leo con asombro el artículo de Francisco Sánchez Lomba, publicado en el HOY, titulado 'Bar de cañas' para hablar del proyecto de la Isla de ... Valdecañas. No opino sobre la ficción y el juego de palabras inicial que da título a su artículo, porque la forma de hablar del extremeño me merece el máximo respeto. Pero después afirma que sí conoce el proyecto de Valdecañas desde el 12 de junio de 2000 porque recibió, como director general de Turismo, a los representantes del proyecto de Valdecañas. Yo no le niego que recibiera a alguien, pero le afirmo, rotundamente, que en el año 2000 ni estábamos ni pensábamos en el proyecto de la Isla de Valdecañas, por lo que es imposible que se reuniera usted con algún representante nuestro.
Nosotros comenzamos las gestiones del proyecto de Valdecañas el 24 de enero de 2003 y el primer contacto que tuvimos con la Junta de Extremadura fue en marzo de 2004, que nos recibió la consejera María Antonia Trujillo. Por último, usted dice que entonces, en 2000, su respuesta fue «espacio protegido, ZEPA, etc» pues bien, o está usted muy mal informado o miente descaradamente, no sabemos con qué intención.
En el año 2000 la Isla no tenía ninguna protección ambiental, ni tampoco en 2001 ni en 2002, ni en 2003, ni en 2004, ni en 2005, la ZEPA de Valdecañas la aprueba en 2006 la Comisión de la UE, junto con otras 69 zepas (porque alguien ¿? entonces propuso como ZEPA todas las superficies de agua de todos los pantanos de Extremadura) sin que conste ninguna aprobación del Gobierno de la Junta de Extremadura, que no las regulariza hasta el año 2015 (vea el decreto 110/2015 de 19 de mayo).
Cuando nosotros llegamos en el año 2003, la Isla de Valdecañas era un basurero, con animales muertos, enseres viejos, plagado de cartuchos de caza usados y un pedregal con eucaliptos.
Señor Sánchez Lomba, no nos conocemos y lamento tener que contestarle en los términos expuestos, le ruego que si, como creo, es un hombre de bien, rectifique públicamente lo que usted ha afirmado en su artículo de opinión.
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