El conflicto de La Laboral
Análisis ·
Lo ocurrido en la FP básica de albañilería revela las carencias de un sistema de inserción que está infradotado y funciona malEl conflicto que ha salido esta semana a la luz en el IES Universidad Laboral de Cáceres, que ha pedido formalmente a la Consejería ... de Educación dejar de impartir la FP básica de albañilería por el comportamiento insostenible de algunos alumnos, saca a la luz un problema que se tiende a mantener oculto. La obligatoriedad de que los chicos y chicas permanezcan escolarizados hasta que cumplen 16 años ha convertido los grados inferiores de determinados ciclos formativos en aulas de último recurso donde van a parar los chavales que el sistema da prácticamente por perdidos y no sabe dónde meter, y también los que son enviados por los jugados de menores con el objetivo teórico de reinsertarlos en la rueda educativa. Casi ninguno de ellos quiere estar allí y el resultado es un cóctel explosivo prácticamente imposible de manejar por un profesorado que, como él mismo reconoce, no cuenta con la cualificación ni los medios necesarios para tratar con grupos de estas características.
Han sido los propios profesores de La Laboral quienes han puesto el foco en esta realidad incómoda denunciando en público lo que ocurre en su centro y dejando patente un hartazgo que les ha llevado, después de años reclamando ayuda, a reclamar la eliminación del grado, una solicitud que ha sido atendida por el consejo escolar del centro, el cual, conocedor de la situación, ha tramitado la petición ante la Junta de Extremadura.
La respuesta de la consejera de Educación les ha dejado atónitos. Mercedes Vaquera, al ser preguntada por el asunto el pasado viernes, achacó el problema al comportamiento de «un solo alumno», sobre el que «ya están actuando profesionales, y se mostró esperanzada en que sacando a ese estudiante del grupo el ciclo de albañilería pase a funcionar con normalidad.
No sabemos cuáles son las fuentes en las que se ha informado la consejera para llegar a semejante conclusión sobre lo que pasa en La Laboral, pero desde luego no tiene nada que ver con el panorama que se dibuja desde dentro. Nadie puede creerse que un centro educativo con la trayectoria de la Universidad Laboral vaya a solicitar oficialmente la eliminación de todo un grado que lleva años impartiendo solo por un alumno.
La ley actual es la que es y estos menores, hasta que cumplen los 16 años, tienen no solo la obligación, sino también el derecho a permanecer escolarizados. ¿Qué hacer entonces? La existencia de alumnos conflictivos es inevitable y no hay fórmulas mágicas pero, según se apunta desde el propio ámbito educativo, es la escasez de medios en el sistema público la que hace que al final acaben agrupados en las mismas aulas de los mismos ciclos de FP de los mismos centros, algo que critican también los profesores de La Laboral, que echan en falta una distribución más equitativa.
Poner a disposición de estos grupos a más profesionales especializados de distintas disciplinas que puedan ofrecer de manera continua una atención personalizada sería avanzar en el buen camino, pero eso requiere un gasto que habría que ver si el sistema puede y quiere permitirse.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión