«Yo vivo para dar de comer a mis perros»
Exposición en Ifeme. Setecientos criadores de toda España han pasado el fin de semana en Mérida por un concurso oficial nacional
Domingo, 23 de octubre 2022
Se llenó este domingo Ifeme de perros de raza. Setecientos criadores mostraron sus crías en los dos pabellones. De toda España vinieron a desfilar delante ... de los jueces oficiales.
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Entre los participantes locales, María Victoria Gallego. Cría dálmatas desde hace siete años en Mérida. Concursó ayer con una cachorra que ganó el concurso de su raza. «El juez me ha dicho que le ha gustado tanto la morfología como el carácter».
En adulto también consiguió el primer premio otro ejemplar suyo. Por lo que mostró y el resultado oficial, se puede decir que tiene María Victoria una de las mejores camadas de dálmatas de la zona. Y no es fácil sacar adelante cachorros de esta estirpe.
Dálmatas
Muchos nacen sordos y hay que hacer pruebas a cada recién nacido. Los criadores acuden a eventos como el de Ifeme para visibilizar su trabajo. «Mucha gente no aprecia el sacrificio. No es solo el tiempo. También el dinero de nuestro bolsillo va para ellos».
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Suele mantener María Victoria el contacto con los dueños que se llevan sus crías. Un cachorro de concurso puede venderse por más de 1.300 euros y de compañía algo menos. Lo reinvierte en la camada de nuevo, pero no le da para asumir todos los costes. «Es un hobby. Lo que sale de ellos va para su salud, su entrenamiento y sus necesidades. Yo vivo para darles a ellos de comer y no ellos a mí, como muchos creen».
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Lobos checoeslovacos
Juan Narciso también es criador oficial en Mérida. Tiene cuatro lobos checoeslovacos en Almendralejo. Le apasionan tanto que hasta la cara de uno lleva tatuada en el brazo. «Si tuviera más espacio tendría diez o quince, pero solo tengo sitio para cuatro». El checoeslovaco es el último cruce entre perros y lobos. Acaparan mucho interés en las exposiciones. «Es un animal muy defensor de su dueño. No se le quita los instintos del lobo. Un poco especial por su genética de lobo, pero no se considera un perro peligroso».
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Huye también el criador del rol fiero que a veces se traslada de esta raza. Sus cuatro lobos comparten espacio con las gallinas en su criadero. «Nunca ha pasado absolutamente nada. Ni se mueven cuando están con su dueño». Por eso lo recomienda para los que busquen compañeros leales.
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