El SES prevé instalar este año en Mérida uno de los aceleradores lineales de Amancio Ortega

El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, ha señalado que se mantiene como inicialmente se había previsto el calendario de instalación de los cuatro aceleradores lineales que el Servicio Extremeño de Salud (SES) adquirirá gracias a los 12,8 millones de euros donados por la Fundación Amancio Ortega.

Cuatro equipos que se suman al que el propio SES adquirió e instaló en 2017 en Badajoz, al que seguirá el previsto en el Hospital de Mérida a lo largo de 2018 y, ya en 2019, en Cáceres, Plasencia y un segundo en Badajoz.

Vergeles se ha referido a esta cuestión en respuesta a una pregunta a los miembros del Consejo de Gobierno de la Junta ante el Pleno de la Asamblea realizada por la diputada de Ciudadanos, María Victoria Domínguez, y en la que ha recordado que los citados equipos se encuentran en «proceso de contratación», como así ha sido publicado el pasado mes de marzo en el Diario Oficial de Extremadura.

La parlamentaria de la formación naranja ha criticado que los ciudadanos extremeños reciban una atención sanitaria en función de su código postal, es decir, según el lugar en el que vivan, por lo que ha reclamado que el convenio suscrito con la Fundación Amancio Ortega se desarrolle de «forma igualitaria» en toda la región.

Al respecto, ha recordado que hay delegaciones territoriales de la Asociación Oncológica Extremeña (AOEx) que están recogiendo firmas para trasladar a la Junta una petición para, por ejemplo, que se instale antes de lo estipulado el acelerador lineal previsto en Plasencia.

Al respecto, Vergeles ha explicado que estos aparatos no llevan una instalación como la de, por ejemplo, un ecógrafo, que se adquieren y empiezan a funcionar el hospital de destino, sino que hay que adaptar el centro para habilitar el búnker que protege al resto de pacientes y al personal sanitario de las radiaciones.

Así, ha señalado que el hospital Virgen del Puerto de Plasencia «no tiene posibilidades arquitectónica» para instalar un «doble búnker». Además, ha señalado que una vez instalado es necesario hacer una parada de actividad mientras los técnicos del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) evalúan el equipo.

De esta forma, «si perdiésemos la cabeza», ha espetado Vergeles, y se instalaran todos los aceleradores al mismo tiempo, se suspendería el servicio de radioterapia en toda la región entre tres y seis meses.

Por todo ello, ha señalado que se va a respetar la «cadencia» de instalación prevista inicialmente. «Déjenos planificar la actividad e informe con nosotros a las delegaciones (de AOEx) de lo que es mejor para los pacientes», ha respondido a Domínguez.