Usuarios en la estación de Cáceres cambian de tren tras una hora de retraso. HOY

El tren llega a Madrid 95 minutos tarde tras estar parado más de una hora en Cáceres

El Alvia debía haber salido a las 8.39 de la capital cacereña, pero los viajeros han salido a las 10.01 en un Talgo

Rocío Romero

Badajoz

Miércoles, 7 de septiembre 2022, 10:33

El tren que salió de Badajoz a las 7.25 horas de este miércoles y que estuvo parado más de una hora en Cáceres hizo su entrada en la estación de Chamartín a las 13.18 horas. Esto es, con 95 minutos de retraso. Entre la estación de salida y la de llegada, ha mediado el cambio del Alvia por el Talgo y el enfado de los viajeros.

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Según informan desde Renfe y varios viajeros, el tren se ha parado poco antes de entrar en la estación de Cáceres, ha estado una hora paralizado con los usuarios dentro, ha hecho entrada en la estación cacereña, ha recogido a los usuarios que allí estaban para hacerles bajar después y subirlos a un Talgo que ha reanudado su marcha a las 10.01 horas. Debía haber salido de allí a las 8.39 horas.

Renfe explica que los problemas se deben a que un motor se ha quedado parado, lo que impidió entrar en la estación de Cáceres a la hora prevista. Concretamente dice que se debe a una «avería mecánica que limitaba la potencia de tracción al 50% a su paso por la Bifurcación Peñas Blancas a las 8.35h, antes de llegar a Cáceres». Además, la incidencia obligó a resetear la rama y movilizar el personal de Cáceres para preparar la otra locomotora, un Talgo, en la que partieron hacia Madrid.

Dentro del tren, según explican varios viajeros, ha habido protestas y desánimos por esta nueva incidencia que se produce un día antes de la manifestación en Madrid para reivindicar mejoras en el servicio ferroviario.

Concha Díaz se subió al tren en Mérida antes de las 7.25 horas con destino a Chamartín y, allí, tomar otro tren que le lleve a Galicia con unos amigos. Suele viajar con cierta frecuencia a Galicia, pero siempre en coche. Animada por la puesta en servicio de la nueva línea este verano y las novedades con el Alvia, Concha decidió probar. «Yo sabía que esto era una aventura. Suelo ir en coche a Galicia, pero si sigue el servicio así, no vuelvo a coger un tren», explica. «Es más cómodo si fuera bien, pero si pasa esto te quita las ganas. Esperemos que a la vuelta no pase nada».

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Tenía dos horas y media de espera en la estación de Chamartín, que ahora queda reducida a poco más de una. Cruza los dedos para que no haya más problemas hacia su destino.

«Veníamos de Mérida y veníamos bien. Una vez ya anunciada la parada de Cáceres por megafonía, el tren de pronto se paró y empezó a hacer ruiditos», señala. «Hemos estado una media hora parados, sin saber el motivo hasta que alguien ha preguntado al encargado del servicio de comida y este ha comentado que tenían que resetear el motor».

Aproximadamente una hora después de estar quietos, la máquina recuperó el movimiento. Pero en dirección Mérida. El objetivo era hacer un cambio de vía, de la 5 a la 3. Por eso se impulsó de nuevo poco después hacia Cáceres.

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Los viajeros que esperaban en la capital cacereña subieron al Alvia, pero pasados unos minutos les indicaron que tenían que cambiarse de tren. «Nos han pasado un tren muy cutre y ya vamos camino de Madrid», incide Concha Díaz. Dentro del tren, explica esta usuaria, «hay mucho cabreo, la gente está muy enfadada porque cuando nos han cambiado de tren no nos han dado información». «No entiendo por qué a la gente de Cáceres les han hecho subir al Alvia cuando sabían que no iba a funcionar. Los han subido, nos han bajado a todos y hemos cambiado de tren». De Cáceres tendría que haber salido a las 8.39, pero ha comenzado la marcha a las 10.01 horas.

Ya en Cáceres, los usuarios han recibido el mensaje de que Renfe les va a devolver el dinero. Aunque muchos de ellos ya viajan con el pasaje gratuito por las últimas medidas del Gobierno o han pagado 19 euros.

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Un revisor reparte agua que han subido al tren en Talavera. HOY

Al cambiar de vehículo, los usuarios se han sentado donde podían porque la numeración y los asientos, explica otro viajero, no es la misma en el Talgo que en el Alvia. En el tren viajan extremeños que se dirigen a otros destinos, como Concha Díaz, o jóvenes de camino a Madrid para hacer exámenes. «Hay aquí un turista japonés que no entiende nada de lo que está pasando, y se lo estamos intentado explicar como podemos».

Este viajero relata que el tren va lleno y como es más pequeño que el otro, la revisora comenta que está todo vendido y van a tener que ir 30 personas de pie. Según lamenta el tren no recupera tiempo, «al revés, lo pierde». Hasta las 11.08 no ha salido de La Bazagona, en una estación en la que no es frecuente que pare el convoy, explica este usuario asiduo a viajar en este medio de transporte.

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Algo que ha ocurrido más veces es encontrar las máquinas expendedoras fuera de servicio, en esta ocasión, y dado que no estaba previsto que este tren realizara la ruta, en el bar no está funcionando. A cambio, dan botellines de agua mineral. Cargaron las botellas en Talavera. Como anécdota del viaje, la revisora se ha olvidado la maleta en el tren que se ha quedado en Cáceres.

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