Los trabajadores de Almaraz se manifiestan contra el cierre: «Estamos en la cuenta atrás; es nuestra ruina»
Este miércoles se han manifestado en Cáceres 200 empleados en el inicio de una campaña de movilizaciones que amenaza con llegar a Madrid; advierten de que marzo de 2026 es la fecha límite para que los propietarios de la nuclear confirmen su cese definitivo
Los trabajadores de la central nuclear de Almaraz se han manifestado este miércoles frente al Palacio de Congresos de Cáceres, coincidiendo con la celebración ... de las jornadas anuales de la Sociedad Nuclear Española (SNE). Es el inicio de un calendario de movilizaciones con el que pretenden evitar el cierre de la planta previsto a partir de 2027.
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Al grito de 'Almaraz no se cierra' y con una pancarta en la que se leía 'Almaraz, más allá de 2027. Continuidad para Ascó, Cofrentes, Vandellós II y Trillo. Nucleares sí', dos centenares de empleados de la central han alzado la voz en defensa de la continuidad de esta industria que genera 4.000 trabajos, mil de ellos directos.
«Almaraz no se puede cerrar, es nuestra ruina. Es el sustento de nuestra familia. De la mía y de toda la comarca», comentaba mientras sujetaba la pancarta de la protesta Manoli Encinar, que lleva trabajando en esta industria diez años como limpiadora.
A pocos metros de ella, Pablo García, empleado en el departamento de mantenimiento desde hace dos décadas, se mostraba preocupado por su futuro y el de sus compañeros. «Hay personal muy cualificado en la central y si cierra va a ser muy difícil que nos recoloquen en otras empresas», decía con la esperanza puesta de que el cese no se convierta en una realidad.
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Asentía con la cabeza Jesús Alonso, supervisor en sala de control de la unidad II. «Queremos seguir trabajando y que toda la zona tenga buenas condiciones», decía antes de detallar que la recarga comenzará en una semana y ya ha habido 200 contratos menos que en otras ocasiones.
«Hemos entrado en la cuenta atrás y queda muy poco para la pérdida de miles de empleos en Campo Arañuelo y para que Extremadura pierda todas sus posibilidades de industrialización presentes y futuras. Carecemos de alternativas reales», ha dicho Borja Romero, presidente del comité de empresa. «Estamos en un periodo de no retorno», ha indicado al referirse a marzo de 2026, fecha límite para que los propietarios de la central confirmen su cierre definitivo.
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Cartas al Ministerio
«Si es así las consecuencia para Campo Arañuelo van a ser desastrosas», ha afirmado antes de indicar que las empresas propietarias han enviado una carta al Ministerio de Transición Ecológica para solicitar una reunión al más alto nivel y tratar este asunto. «Las empresas van por el buen camino pero ahora debe ser el Gobierno el que responda y negocie la continuidad».
Los trabajadores también han enviado recientemente una carta a la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, solicitando abordar el futuro de Almaraz antes de que la situación se vuelva irreversible.
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«No hemos recibido respuesta pero les aseguro que nos van a escuchar», ha dicho Romero, que ha avanzado que barajan convocar una manifestación en Madrid frente al Ministerio, además de las que lleven a cabo en Extremadura.
En esta protesta, Romero ha leído un manifiesto en el que han instado a las empresas propietarias de la central a que soliciten la renovación de la autorización de explotación y al Gobierno de España a aceptar las peticiones de los trabajadores para «garantizar el futuro de una infraestructura clave para el sistema energético nacional». Apelan a establecer «un diálogo responsable y transparente que permita estudiar en profundidad la continuidad de las centrales nucleares españolas, incluida Almaraz, con el objetivo de evitar consecuencias catastróficas para el entorno local, para la comunidad extremeña y para el conjunto del país».
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Asimismo, solicitan al Ejecutivo extremeño que lidere este proceso poniendo sobre la mesa posibles soluciones que estén a su alcance.
Los trabajadores han puesto como ejemplo que en el entorno de la Unión Europea se ha alcanzado un consenso en situaciones similares, con la extensión de la vida útil de reactores en Bélgica y la declaración conjunta de once países miembros en defensa de la energía nuclear como fuente clave en la transición energética.
«Renunciar a esta fuente de energía sería hipotecar las posibilidades de desarrollo, cohesión territorial y progreso de comunidades que aspiran a un futuro más justo y equilibrado», han añadido.
Tiempo de descuento
En ese sentido también se ha pronunciado el presidente de la Sociedad Nuclear Española, Paulo Domingues, que en la cita que reúne a 800 congresistas y más de 30 empresas en Cáceres ha instado a los responsables políticos a que se sienten con las empresas propietarias de Almaraz para que reviertan la situación. «Si se quiere se puede, Bélgica y Suecia lo hicieron. Si tenemos buena voluntad también lo podemos hacer. Lo que pasa es que ya no hay tiempo para dialécticas y estamos en tiempo de descuento. Si durante el mes de octubre no cambia la situación, la central tendría que presentar ya la documentación para el cese de su explotación al Consejo de Seguridad Nuclear de acuerdo con la normativa. Y eso no queremos que ocurra, queremos que siga operando muchos años más», ha afirmado Domingues.
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Preguntado por si la red eléctrica española está preparado para mantener un sistema sin nucleares y que no se produzcan apagones como los vividos el pasado mes de abril, ha indicado que «para seguir operando de manera robusta sin esta industria se necesitará de la quema de muchos más combustibles fósiles y eso va a conducir a un incremento de la emisiones de gases de efecto invernadero». Ha añadido que eso ya se ha visto en Alemania tras el cierre de su parque nuclear y, a día de hoy, ha afirmado, «es después de Polonia y Serbia el país de Europa con las mayores emisiones de Europa». De este modo ha defendido que «la combinación de nucleares y renovables es lo ideal».
También el alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, ha lanzado un mensaje en favor de la energía nuclear. «Apoyo rotundo a la central de Almaraz por la contribución que hace al abastecimiento de la sociedad como productora de energía y a la creación de empleo. Y sobre todo por la importancia que tiene para una provincia como Cáceres y para una región como Extremadura», ha dicho tras mostrar su apoyo a los trabajadores y pedir al Gobierno que «recapacite y dé continuidad a la central».
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