Los dos radares extremeños que más multan están en la A-66

Los radares tuvieron mucha actividad el año pasado en las carreteras extremeñas. Pusieron 269 multas de media cada día. De las 66.304 sanciones que se fijaron en 2018 se pasó a las 98.398 de 2019 –incluye tanto las de cinemómetros fijos como las de móviles– por lo que se produjo un incremento del 48,4%.

Esas cifras de 2019 no se alcanzarán en este año, marcado por las restricciones de movilidad provocadas por la pandemia. Pero en este primer fin de semana de agosto aumentará de forma considerable la circulación de vehículos, por lo que es conveniente recordar que existen dispositivos capaces de detectar esos excesos de velocidad que cuestan cada cientos de vidas.

De las sanciones impuestas en el primer semestre de este año no se han facilitado aún los datos oficiales, por lo que las últimas cifras conocidas son las que hacen referencia a 2019, período en el que crecieron un 13% las multas a nivel nacional.

El aumento de las multas en Extremadura durante 2019 es todavía más llamativo si se compara ese dato con el de 2017: entonces solo fueron 50.767. Es decir, en dos años, el aumento ha sido del 93,2%, según el informe elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) tras recabar información de la Dirección General de Tráfico. La AEA considera que la explicación general a ese sobresaliente incremento se sustenta en que muchos radares estuvieron apagados en 2018, no a un mayor incumplimiento de los límites de velocidad.

No se conoce la cuantía total de las sanciones por sobrepasar el límite de velocidad. No hay datos oficiales pero desde esa asociación se estima una multa de 150 euros por cada denuncia. Con esa estimación, el año pasado se habría recaudado una cifra de 14,7 millones.

El informe revela que uno de los cinemómetros ubicados en la región, el situado en la A-66, próximo a Zafra, en el cruce de la N-432, fue uno de los 30 (puesto 28) que más multó el año pasado en España. Obviamente fue el que más sanciones impuso en Extremadura: 17.739, una media de 48 por día. Está situado en el kilómetro 685,9, en dirección a Mérida. El límite fijado allí es de 120 km/h.

El dato es más espectacular aún porque a lo largo de 2018 solo cazó a un conductor por exceso de velocidad. Desde Automovilistas Europeos explican que ese desmesurado incremento se debe a que estuvo inactivo hace dos años.

Otro cinemómetro situado en la A-66 es el segundo más sancionador en la región, con 39 denuncias por jornada. Está en el kilómetro 508 de la Autovía de la Plata, en el término municipal de Cañaveral sentido Mérida.

Al acabar 2019 en ese punto el radar había estampado 14.259 denuncias, un 54% más que el año antes porque en 2018 fueron 9.224. Y en 2017, la actividad del cinemómetro de Cañaveral fue radicalmente menor: 3.337.

Mientras, en la A-5 al lado de Trujillanos, en sentido Badajoz, aparece el tercero en cuanto a su poder sancionador. Allí se redactaron 10.254 denuncias en el conjunto de 2019. Esto supone una media de 25 multas diarias. Supone un 56,6% más de multas que en 2018 (entonces, 6.544). En 2017 se quedaron en 4.113 denuncias.

Un kilómetro de la A-5, ahora en la provincia cacereña, ocupa el cuarto puesto en el listado de multas en carreteras extremeñas de 2019. Es el 179,1, en la cuesta abajo que hay nada más pasar Navalmoral en dirección a Madrid. El radar redactó 8.298 denuncias, prácticamente el doble que en 2018 (fueron 4.943).

Como se percibe los radares situados en las dos grandes autovías que estructuran las comunicaciones por carretera en Extremadura copan los seis primeros puestos con más multas. Pero en el informe de AEA hay otros apuntes interesantes.

El primer radar que está en una carretera convencional ocupa el puesto séptimo en cuanto a denuncias. Se halla en un transitado tramo de la N-432, la vía que une Badajoz con Granada. Se halla cerca de Llerena, en el kilómetro 111,6. Aquí el límite de velocidad es de 90 kilómetros por hora.

En el radar fijo ubicado en esa localización se detectaron 5.881 infracciones en los doce meses del pasado año, 16 de media diarias. Son el 59,9% más que en 2018. Entonces se pusieron 3.677 denuncias. En 2017 alcanzaron las 2.514.

También es destacable el número de multas que llegaron de un radar situado en una vía que no es ni siquiera carretera nacional. Hablamos de la carretera autónomica EX-109, la carretera que conecta la autovía A-66 con la zona norte de la provincia de Cáceres, Coria y Sierra de Gata. En 2019 se fijaron 3.943 multas en el kilómetro 15l. En 2018 fueron 1.201.

En cuanto a radares móviles, las denuncias impuestas son escasas. Los dos que más actividad tuvieron se situaron en el entorno de Mérida, sobre la antigua N-V, y en el de Feria, sobre la N-432. En el primer caso, denunciaron 360 veces en 2019. En segundo, fueron 286 ocasiones.

En lo que llevamos de año el número de denuncias se ha reducido drásticamente a falta de que la Dirección General de Tráfico informe pero los radares siguen activos y conviene recordar cómo se comportaron el pasado año para no repetir errores. El único antídoto contra las multas, y también contra los accidentes, es respetar los límites.