Un día de verano con...
Autora de cuentos y columnista, aprovecha el estío para escapar de la ciudad
La escritora y columnista de HOY Victoria Pelayo Rapado (Zamora, 1960) no le pide demasiado al verano. Solo un cambio de escenario que le aleje ... del mundanal ruido urbano y algunas actividades culturales al aire libre. Esoy un festival de ensaladas frescas para combatir el calor, que la agobia.
–¿Le gusta el verano, prefiere otro momento del año o es su favorito?
–La verdad es que siempre temo la llegada, no del verano, sino del calor que trae consigo. Llevo muy mal el calor y prefiero cualquier otra época del año.
«Me gustan mucho las verduras y las legumbres y en verano las hago en ensaladas»
–¿A qué hora arranca el día en verano? ¿Cambia su horario de levantarse en verano o solo durante las vacaciones, duerme más?
–Me gustaría dormir más, pero me despierto temprano y el verano no es una excepción, aunque me tengo prohibidolevantarme antes de las ocho de la mañana.
–¿Suele hacer más deporte, menos o igual que el resto del año?
–En verano camino menos pero nado más, y practico todo el año una tabla de ejercicios que incluye pilates y yoga.
–¿Lee más en verano?
–Como no trabajo dispongo del mismo tiempo todo el año. Leer más o menos no depende tanto de las estaciones como de encontrar lecturas que me apasionen.
–¿Diría que su participación en actividades culturales aumenta o disminuye en verano?
–En verano se paraliza todo y las ciudades se quedan un poco vacías, prefiero actividades más refrescantes como un baño en cualquier garganta o piscina natural del norte de Cáceres. Me gustan las actividades al aire libre como el teatro en Mérida, Alcántara o Cáceres y recuerdo especialmente algunas, 'Volpone' o 'Antígona'.
–¿Es de las personas que va apuntando cosas para hacerlas en verano o durante las vacaciones?
–Prefiero no relegar nada para hacer en verano ni en cualquier época del año, lo único que apunto es la lista de la compra y, a veces la olvido en casa.
–¿Cuál es su plato favorito durante el verano?
–Me gustan mucho las legumbres y verduras, y en verano las hago en ensaladas que me invento con lo que tengo a mano, de cualquier tipo y de muchos colores: garbanzos, alubias blancas, habas, zanahoria, remolacha, pimiento, tomate, aceitunas, melva, anchoas, pasta, coliflor, brócoli o judías verdes, aliñadas solo con aceite de oliva. También la ensaladilla rusa o el gazpacho son platos que solo hago en verano.
–¿Cambia su estilo de alimentación? ¿Es de las que se abandona más o, al revés, se cuida más?
–Cuido mi alimentación durante todo el año.
–¿Echa la siesta?
–Me gusta tumbarme en el sofá aunque por desgracia no me duermo.
–¿Aguanta bien el calor?
–Fatal, no lo soporto, no sé dónde meterme ni cómo vestirme. Me cuesta entender que la gente se siente en una terraza bajo un toldo a las tres de la tarde o se pare a charlar a pleno sol con cuarenta grados.
–¿Aprovecha para dedicar más tiempo a los amigos y a su familia, o es de las que 'desaparece' en verano por viajar o vivir en segunda residencia?
–Como huyo de la ciudad veo a menos gente.
–¿Diría entonces que socializa más en verano o igual que el resto del año?
–Socializo de otra manera, veo menos a amigos con los que tengo más contacto en Cáceres; en cambio, paso más tiempo con otros; si voy al pueblo de mi madre, en Zamora, me encuentro con personas que solo veo allí.
–¿Suele viajar en verano o también el resto del año?
–Prefiero viajes en cualquier otro momento, privilegio de los jubilados, cuando no está todo demasiado abarrotado.
–Cuál es su sitio favorito o al que más acude en verano?
–Un lugar tranquilo y, si es posible, fresquito donde pueda darme algún baño.
–Suele ver los programas de televisión veraniegos o prefiere el cine?
–Prefiero el cine a cualquier otra cosa y en cualquier momento del año. En cuanto a programas veraniegos como concursos o de entretenimiento me aburren en todas las estaciones. De la televisión veo películas, series, documentales y los informativos, porque también son fuente de inspiración para mi columna quincenal del HOY.
–¿En los días de verano previos a las vacaciones, trabaja menos o más por su profesión?
–Escribir es una tarea solitaria que requiere concentración y aislamiento, y el verano no es una estación distinta a las otras; así que escribo con la misma frecuencia que el resto del año, y mi disciplina no depende de la estación sino de mí misma.
–¿Durante las vacaciones desconecta del todo?
–No pretendo desconectar porque me gusta mi vida y no siento esa necesidad. Mi única desconexión es alejarme de la ciudad en busca de un lugar tranquilo, fresco y apartado.
–¿Suele planificar el verano o es más de lo que se lo planifique la familia, los amigos?
–De todo un poco, incluso a veces me llevo sorpresas.
–¿Le cuesta coger después el ritmo de trabajo?
–Nunca lo dejo del todo, pero la mínima desconexión supone un esfuerzo para recuperar la concentración.
–Un día de verano especial que recuerde.
–Cualquier día de los veranos de mi niñez en el embalse de Ricobayo; allí aprendí a nadar, recuerdo que una prima y yo trepábamos descalzas por las piedras de granito y nos bañábamos en cualquier recodo del embalse, era una sensación de plenitud. Nos reuníamos con un montón de familia, abuelos, tíos, primos, que venían de otras ciudades a pasar el verano. Aquel lugar sigue allí, pero se transformó por completo cuando Iberdrola expropió aquellos terrenos para construir la central subterránea Ricobayo II, ya no es lo mismo, aunque sigue vivo en mi memoria.
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