Las otras polémicas de la exministra extremeña Trujillo

Este domingo, el portavoz del grupo parlamentario socialista, Patxi López, afirmó que el Gobierno no comparte «en absoluto» las palabras de Trujillo, y añadió que el Ejecutivo «no duda de la españolidad» de las ciudades autónomas.

La exministra vuelve de esta manera a una actualidad política de la que llevaba alejada bastantes años. En 2018 dejó su puesto de profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Extremadura (UEx) para trabajar en la embajada de España en Marruecos. El Gobierno, ya presidido entonces por Pedro Sánchez, nombró a Trujillo consejera de Educación en la delegación diplomática en Rabat. Su puesto era de libre designación por parte del Ministerio de Educación, que presidía Isabel Celaá y cuenta con pasaporte diplomático.

María Antonia Trujillo está fuera de la política activa desde que salió del primer gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero. Licenciada en Derecho por la UEx, donde también se doctoró con una tesis sobre «Los conflictos entre órganos constitucionales del Estado», fue miembro del Consejo Económico y Social de Extremadura desde 1996. En 2000 Rodríguez Ibarra la nombra consejera de la Presidencia y después consejera de Fomento, donde dirigió el Plan Regional de Vivienda. Ese mismo año se afilia al PSOE y en 2004 se convierte en ministra de Vivienda, cargo en el que permanece hasta julio de 2007, cuando fue sustituida por Carme Chacón.

Meses después, en las elecciones de 2008, encabeza la lista del PSOE al Congreso de los Diputados por Cáceres.

Durante su etapa en el Ministerio de Vivienda tuvo que soportar ataques furibundos en la prensa y en Internet, donde se la tachó repetidas veces de «ministra de cuota» y de «ministra de Vogue», su paso por la política activa está salpicado por otros episodios polémicos como las propuestas de su ministerio para los 'minipisos' o «soluciones habitacionales» y los reproches que tuvo que soportar por la reforma planeada para la que iba a ser su vivienda oficial en Madrid, anexa al propio Ministerio.

Pero después de su periplo político mantuvo durante años una importante proyección pública como tertuliana de televisión. Criticó duramente a dirigentes socialistas como Alfredo Pérez Rubalcaba y Susana Díaz.

Por ejemplo, en diciembre de 2011, tras las derrotas socialistas en las generales y en las autonómicas de Extremadura, Trujillo reclamó que tanto Alfredo Pérez Rubalcaba (candidato nacional) como Guillermo Fernández Vara (líder extremeño) se marcharan y dieran paso a otras opciones.

Un año después, en 2012, nada más conocerse los malos resultados del Partido Socialista en las elecciones autonómicas en el País Vasco y en Galicia escribió en sus redes sociales: «Esperando que Rubalcaba anuncie su dimisión [...]. Las elecciones están para ganarlas. Quien las pierde ¿puede liderar el psoe? X favor...».

En 2016 se preguntó: «¿No se debería expulsar a Vara por deslealtad continuada y manifiesta a nuestro secretario general?», al hilo de unas declaraciones de este en las que decía que «antes en el PSOE se intentaba convencer al que discrepa, y ahora se le acalla», cuando Pedro Sánchez era ya secretario general del partido.

Incluso se ha planteado su expulsión del PSOE debido a la acidez de sus manifestaciones contra el partido. Finalmente no se produjo. Trujillo apoyó a Pedro Sánchez en el proceso de primarias del PSOE.