Una leyenda de conversión
Domingo, 28 de octubre 2018, 08:46
La leyenda cuenta que la Virgen del Ara toma su nombre porque se apareció en el ara de una encina, que es el punto en el que se unen las ramas con el tronco y que tiene una forma similar a la de un altar.
Según esta historia legendaria, en la zona de la Campiña Sur había una taifa en la que reinaba el Rey Jayón, que era ciego. Fue a su hija Erminda a la quien se le apareció la Virgen María.
La joven pidió que le devolviera la vista a su padre. La Virgen accedió, pero con la premisa de que el monarca se convirtiera al cristianismo.
Así, una vez que el rey y todo su séquito abrazaron la nueva fe, Jayón recuperó la vista y, como agradecimiento, mandó construir la ermita en honor a la Virgen del Ara.