La jota extremeña se sube al carro de la música tecno
Sergio Gómez, de Peraleda de la Mata, graba un videoclip en el centro de Madrid con poemas en castúo de Gabriel y Galán y sones de Montehermoso para reivindicar el neofolk
Familia de los 'Gatinos', 'Garrapatos' y 'Tripas', Sergio Gómez, natural de Peraleda de la Mata y cuyo nombre artístico es 'El gato con jotas', ha ... llevado a otro nivel el folclore extremeño. Ha creado la tecnojota, un género que considera rompedor y que ya es parte de su trabajo de evangelización en Madrid para difundir sus raíces extremeñas.
En su puesta en escena, a ratos lleva una chambra, jubón de ante con puñetas acabadas en blanco, y a ratos un traje tradicional femenino negro – «que puede ser de luto o de gala, pero de paño bueno, ¡ojo!», dice–, siempre con una gargantilla dorada con tembladera como aderezo y detrás un coro de baile tocado con gorros de Montehermoso. Con todo este atrezzo extremeño a finales de septiembre la lio en el centro de Madrid cuando grabó el videoclip 'Varón'. Lo lanzaron a 'youtube' y otras plataformas el jueves pasado, 12 de enero, y en apenas cuatro días ya había superado las 6.000 visualizaciones.
El soniquete folclórico lo ha combinado con bases creadas con el ordenador, además de dar una vuelta de tuerca al poema en castúo 'Varón', de Gabriel y Galán: «¡Me jiedin los hombris que son medio jembras! Cien vecis te ije que no se lo dieras, que al chinquín lo jacían marica», versos que, con una base rítmica electrónica de fondo, enlaza con el son de la popular jota de Montehermoso que en su día también divulgó Extremoduro: «Yo fui quien te quitó el pollu por la tapia del corral, no te quite la gallina por que no tuvi lugar. Madre, madre, madre no mate usted al pollu, que la gallinita quiere matrimoniu».
Gran Vía, Callao, Plaza de San Ildefonso, calle Fuencarral o barrio de Malasaña han sido los escenarios donde este extremeño irrumpió con un altavoz y su folclórico cuerpo de baile para grabar las imágenes que luego fueron editadas para el videoclip 'Varón', una especie de musical en el centro de la capital firmado por el Sergio, alias 'El Gato con jotas' y el músico y artista visual mexicano Tino Varela.
«Lo grabamos sin permiso, fue todo muy repentino y resultó un día precioso porque notábamos la energía de la gente. Nos hacían corros y los extremeños que nos veían se nos acercaban ¡la gente se quedaba loca!».
Semejante propuesta artística no ha sido fruto de un arranque sino de la pasión, el conocimiento y las ganas de incluir a Extremadura en las nuevas corrientes de neofolk o electrofolk que ya se practica con éxito en lugares como Galicia o Asturias. Dora, la madre de Sergio, pertenecía al grupo de coros y danzas 'el Pucherino' en Peraleda de la Mata. Allí cuenta que le enseñó a bailar jotas con tres años. Sergio pasó por el instituto de Navalmoral de la Mata y después se instaló en Cáceres, donde estudió Producción Audiovisual y Fotografía, pero nunca se desvinculó de los grupos folclóricos –Redoble, El Encinar, Virgen de la Soledad...– con los que ha viajado y sigue viajando a muchos países, además de pertenecer al comité técnico del Festival de Folclore de Extremadura de los Pueblos del Mundo', que se celebra en España y Portugal. A los 23 años recaló en Madrid para trabajar en la recepción de un hotel y en la actualidad acude cada martes a ensayar bailes populares en la Casa de Extremadura de Aluche, una de las muchas que tiene Madrid, si bien esta es la que tiene más a mano. Lo hace con su amigo Pepelu, 'drag queen' que forma parte de los bailarines del videoclip junto a Chus Cano y Monstse Díaz, del grupo folclórico La Nacencia de Alcalá de Henares y Elena Sánchez, natural de Valdefuentes y también afincada en Madrid. Domingo Mora (Chonin) se encargó del vídeo.
Ficciones rurales
Sergio Gómez, que en la actualidad tiene 32 años, ya se animó hace poco a difundir el folcore extremeño desde puntos de vista inexplorados con 'trending tipic', un dúo con su primo que creaba ficciones rurales contadas a través de fandangos extremeños. La idea acabó en una especie de cabaret folclórico con el que giraron por escenarios de toda España, 170 actuaciones en menos de dos años.
Ahora su nuevo proyecto son las electrojotas como la que acaba de lanzar y que ya ha presentado en salas de la capital como Vesta, Nave 73, la galería Casa Sur el propio hotel Índigo donde trabajó, entre otros lugares. «Se me ocurrió hace años. A mí me encanta la apropiación cultural, pero con respeto. Sé que habrá puristas que no lo vean, pero también quienes piensen que las tradiciones tienen que evolucionar. Yo creo que proyectos así pueden servir para acercar al público nuevo y joven a nuestra cultura, para que sepan de dónde vienen. ¡Es que tenemos los trajes más bonitos del mundo, mira el gorro de Montehermoso, de los más coloridos, que no se sabe si es una llama o un dragón, o la pollera trujillana, que el refajo tiene motivos andinos,... mi objetivo es acercar todo esto a la gente, aunque sea de un modo alocado y rompedor», señala este extremeño que ya ha llevado su visión del folclore al Wizink Center a través de Horteralia y que tiene como sueño mostrar su arte en la fiesta de Los Palomos en Badajoz «y que la gente diga ¡por fin algo que rompe en Extremadura!».
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