Los vecinos de cuatro alquerías de Las Hurdes regresan a casa: «Hoy es un día feliz»
Solo los desalojados de Avellanar y El Robledo permanecen en la residencia de Caminomorisco
Después de dos noches de nervios e incertidumbre, sobre las diez de esta mañana el consejero de Presidencia, Abel Bautista, daba a buena parte de los desalojados por el incendio de Las Hurdes la mejor noticia: podían volver a sus casas.
Publicidad
La marcha favorable del fuego que comenzó el pasado lunes ha permitido el regreso a los vecinos de cuatro de las seis alquerías de esta comarca cacereña que han sido evacuadas. Las cuatro de Caminomorisco: Cambrón, Mesegal, Dehesilla y Huerta.
«Estaba deseando escuchar la noticia, deseando volver a casa y además hacerlo con tranquilidad, porque sé que todo está bien», afirma Mariano Cambero mientras recoge sus pertenencias para iniciar cuanto antes el camino de regreso a su casa.
Como él, los aproximadamente 80 residentes de las cuatro alquerías de Caminomorisco, además de vecinos de este pueblo, hoy han podido abandonar la residencia de estudiantes donde han pasado dos noches. Una estancia que han agradecido todos.
Noticias relacionadas
«Estoy contenta por volver a casa, me voy ya mismo, pero lo hago muy agradecida por la atención que hemos recibido aquí en la residencia, todo el mundo se ha volcado y nos han tratado con cariño y mucha delicadeza», destaca Carmen Iglesias, vecina de Caminomorisco.
Publicidad
Ana Belén Caletrío no tiene palabras para expresar el agradecimiento. «En una situación tan complicada, se han portado con nosotros de una manera excepcional, hemos estado fenomenal», dice antes de coger el coche y conducir hasta su casa en Dehesilla, a apenas un kilómetro de distancia de Caminomorisco.
«Hoy es un día feliz», resume mientras viaja en el coche acompañada por su hijo Francisco Javier, su hermana María del Puerto y su madre, Isabel Martín.
Publicidad
Los cuatro han pasado las dos últimas noches en la residencia. «Sobre las ocho de la tarde del lunes, la Guardia Civil nos dijo que teníamos que irnos, entonces el incendio forestal venía desde el Cambrón», recuerda la familia.
«Hemos estado muy bien atendidos, pero lógicamente no hemos descansado por la preocupación, no sabíamos que estaba pasando en nuestro pueblo, en nuestras casas, no queríamos que ardiera nuestra sierra», dice María del Puerto.
Publicidad
Pero antes de las once de esta mañana han comprobado que sus viviendas en Dehesilla, sus perros y su gata, están en perfectas condiciones. «También las casas y el campo, está todo muy bien, hoy es un día feliz», insiste Ana Belén.
«Un día muy esperado. Aunque aquí hemos estado fenomenal, poder volver a casa es lo más», aseguraba también Mercedes Hernández antes de regresar con su nieta a Mesegal.
La otra cara
No lo han podido hacer por el momento los vecinos desalojados de las dos alquerías de Pinofranqueado que han sido evacuadas: Avellanar y El Robledo.
Publicidad
El fuego que comenzaba el lunes en la ladera este de la sierra de Caminomorisco, en el Cambrón, se ha ido desplazando hacia el oeste y es el motivo por el que los vecinos de estas alquerías tienen que permanecer en la residencia.
Aunque está estabilizado el 70% del perímetro de un fuego que ha arrasado hasta ahora 2.600 hectáreas, «quedan dos kilómetros de contención en la zona de Avellanar», ha detallado el consejero de Presidencia, Abel Bautista. Es la cabeza del fuego y donde hoy se centran los medios aéreos y terrestres para estabilizarlo.
Noticia Patrocinada
Hasta que eso ocurra, los 20 evacuados de Avellanar y El Robledo que siguen en Caminomorisco no podrán volver. En el caso de esta última alquería, «porque aún hay zonas calientes y, por tanto, por precaución mantenemos la evacuación», ha explicado Bautista.
Leonor Sánchez y Pilar Alonso son dos de los vecinos de estas alquerías que permanecen en la residencia de estudiantes. Ambas, de Avellanar, y las dos, sin poder contener las lágrimas, expresan el dolor que sienten por lo que está ocurriendo.
Publicidad
«Me da pena que se queme todo otra vez como en 2003», dice Leonor. «Es una tristeza absoluta tener que dejar tu casa. Sabemos que lo importante es salvar nuestras vidas, pero esperemos que también salven nuestras casas», añade Pilar.
«No queda más que resignarse, esperar a lo que nos digan y agradecer la labor que hacen todas las personas que están apagando las llamas y las que nos están atendiendo y ayudando, porque es un trabajo y una atención de agradecer».
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión