Terraza del bar Las Encinas, en Badajoz. Arnelas

La falta de camareros obliga a restaurantes y bares extremeños a cerrar varios días a la semana

Las dificultades para contratar profesionales de sala y cocina es mayor en los meses de verano por las vacaciones y la competencia de la costa

Domingo, 14 de agosto 2022, 07:56

La conversación, con sus leves variantes, se repite una vez tras otra. La conclusión es siempre la misma, aunque hay hosteleros más vehementes que otros ... y las respuestas se mueven entre el más eufemístico «la cosa está complicada», que utilizan en una cafetería de Badajoz, al contundente «que no hay camareros, no los hay», que repiten tras la barra de una cervecería placentina.

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Detrás de esta realidad, las versiones encontradas de empresarios y trabajadores. Los dueños de los negocios lamentan que con las elevadas cifras de desempleo que hay en Extremadura –83.300 parados según la última EPA– la gente no quiera trabajar en hostelería y los asalariados solicitan mejoras laborales para que el sector vuelva a ser atractivo. «La hostelería es muy sacrificada, los horarios son complicados y es muy difícil conciliar», reconoce María José García, presidenta del Clúster de Turismo de Extremadura, al mismo tiempo que cree que la importante subida de costes que han sufrido los empresarios hacen poco viable una mejora de los salarios.

«Hace falta personal cada vez más cualificado y no lo encontramos; estamos muy ajustados»

Manuel Moreno

Presidente de Cetex

«Es un sector sacrificado, los horarios son complicados y es muy difícil concilar la vida familiar con la laboral»

María José García

Presidenta del Clúster de Turismo

«Los sueldos ya se han subido, un trabajador cuesta a la empresa 2.200 euros al mes»

César Martín

Presidente de la Asociación Empresarial Provincial Cacereña de Hostelería y Turismo

Con esta coyuntura, el resultado directo son las dificultades que tienen los empresarios de la hostelería para encontrar camareros y cocineros. No es una novedad, se detecta desde hace varios meses, pero se ha acentuado con el verano. «Estamos muy ajustados», reconoce Manuel Moreno, presidente de Cetex (la confederación regional de empresarios de hostelería).

Incluso hay negocios que están cerrando algunos días a la semana ya que no tienen plantilla suficiente para poder dar descanso a sus trabajadores si quieren mantener la actividad en todos los días. «Es preferible cerrar un par de días, con lo que eso significa, que no poder dar un buen servicio con menos personal», afirma César Martín, presidente de la Asociación Empresarial Provincial Cacereña de Hostelería y Turismo, que insiste en que no es una situación puntual y que hay muchos establecimientos en esa situación.

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Desde luego, pegados en puertas y ventanas de bares y restaurantes de toda la región se pueden ver anuncios en los que se oferta empleo tanto para sala como para cocina.

Los trabajadores reclaman salarios más elevados y mejores condiciones labores para que el sector vuelva a resultar atractivo

Las mayores complicaciones para completar las plantillas en los meses de verano se deben, principalmente, a dos motivos. Por un lado están las vacaciones. «Hay quince días que eligen los trabajadores y normalmente lo hacen en julio y agosto, por lo que es más difícil cubrir todos los turnos y son necesarios extras», expone el presidente de Cetex, que al mismo tiempo pone el foco en la segunda causa que afecta a la hostelería en Extremadura. «Mucho personal que trabaja como extra prefiere desplazarse a las zonas de costa en los meses de verano», añade Moreno.

Estas peculiaridades veraniegas se unen a las dificultades que arrastra el sector para atraer mano de obra y que se hicieron más patentes cuando los negocios fueron recuperando la normalidad tras las restricciones aplicadas por la pandemia.

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En ese momento, fue palpable que muchos trabajadores habían abandonado el sector en busca de una mayor estabilidad ante la incertidumbre provocada en la hostelería por las medidas para frenar la expansión del coronavirus. Desde el punto de vista de los empresarios, el problema de base se sitúa en las preferencias de los trabajadores. «No quieren ni jornada partida ni trabajar los fines de semana», señala Martín.

Salarios

Sin embargo, los trabajadores demandan mejores condiciones laborales. Salarios más elevados es solo uno de los puntos que reclaman, también que se cumplan los contratos en relación a los horarios y a los días de descanso. «Se tiene que seguir luchando contra las empresas que tratan mal a los empleados, pero no es la generalidad», comenta la presidenta del Clúster de Turismo de Extremadura, que insiste en los elevados costes que soportan los negocios y la complicada situación de la que vienen. «Llevamos dos años muy malos; y una cosa son las cifras de ventas y otra la rentabilidad», especifica García.

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Los empresarios defienden que el aumento de costes que sufren hace inviable una mayor subida de las nóminas

La patronal cacereña apuesta, como opción a medio plazo, por buscar mano de obra fuera de España y formarla

Enfrente está la inflación, desbocada desde ya hace un año. Eso hace que los trabajadores pierdan poder adquisitivo porque los sueldos que se ofrecen no han crecido en la misma proporción. En la página web Extremadura Trabaja, que depende de la Junta de Extremadura, hay cerca de una treintena de ofertas para camareros y cocineros. Solo una especifica el salario: 15.600 euros brutos anuales (1.040 al mes en 15 pagas) por un trabajo a jornada completa en Cáceres con horario de 12.00 a 16.00 y de 20.00 a 00.00. Es decir, ocho horas al día y sueldo según convenio, que es lo mismo que, sin dar cifras, sí se detalla en otras ofertas recogidas en la plataforma del Sexpe en internet.

Los empresarios no ven que ahí esté el problema de la falta de mano de obra en el sector. «Los sueldos ya se han subido; ahora mismo un empleado cuesta a la empresa un mínimo de 2.200 euros al mes», asegura Martín, que considera que son trabajos bien pagados. «Además, lo habitual es que la plantilla coma y cene en los restaurantes», añade.

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Anuncio en un bar de Badajoz que busca cocinero. Arnelas

«Hay un cambio de mentalidad y la gente ya no quiere trabajar en la hostelería», entiende la presidenta del Clúster de Turismo, que también apunta a las diferentes ayudas y subvenciones para desempleados que, en su opinión, desincentivan la búsqueda de empleo.

Soluciones

Por eso, ante las dificultades para completar sus plantillas en el actual mercado laboral, los hosteleros apuestan por soluciones alternativas. «Hay que traer a gente de fuera de España y formarla», aporta como opción el presidente de los empresarios cacereños, que sabe que no es algo que se pueda conseguir a corto plazo.

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Precisamente, la formación es otro de los aspectos que se cuela en las ofertas de empleo. Buen nivel de inglés, acreditar titulación y experiencia previa están entre los requisitos. «Hace falta personal cada vez más cualificado», remarca el presidente de Cetex, que incide en que no se encuentra con facilidad.

De la Escuela de Hostelería de Mérida o de las escuelas de cocina que hay en la región salen profesionales, pero o no son suficientes o no se quedan en la región. «La peor situación se da con los cocineros, los recién formados prefieren montar su propio negocio o irse fuera», advierte Martín. En sala, la situación también es complicada, pero al haber más personal que en cocina se pueden suplir mejor las bajas. «Si ahora mismo perdemos un cocinero nos supone un problema muy serio», confirma Moreno.

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