Borrar
tPlasencia.La calle Encarnación es uno de los rincones que Marian Castillo recomienda de la ciudad en la que vive. ANDY SOLÉ

«Los extremeños deberían creer en las bondades de su tierra y los políticos tendrían que facilitar iniciativas»

La Extremadura de... Marian Castillo, periodista ·

Sorprendente. «Me encantó de Extremadura la riqueza de su patrimonio y los espacios naturales, uno al lado del otro. Me empeñé en conocerla, ahora es mi casa», asegura la periodista Marian Castillo

Marisa García

Badajoz

Sábado, 22 de agosto 2020, 09:00

Comenta

Marian Castillo nació en Venezuela, llegó a Extremadura en 2007, vive en Plasencia y antes ha residido en Caracas y Valencia (Venezuela) y en Barcelona.

–¿Por qué vino a Extremadura?

–Salimos de Venezuela por la situación política y social que se vivía allí y que lamentablemente ha empeorado en estos años. Mi esposo y yo tenemos nacionalidad española por nuestros padres, así que decidimos hacer esta mudanza por nuestros hijos.

–¿Qué impresión tuvo cuando llegó?

–Me encantó Extremadura por la riqueza de patrimonio y los espacios naturales, uno al lado del otro.

–¿Cuál es la mayor diferencia que ha encontrado entre el modo de vida de aquí y el de Venezuela?

–No veo grandes diferencias, tenemos muchas cosas en común. Son diferentes los horarios y aquí la vida se hace más fuera de casa que dentro.

–¿Cómo le recibieron aquí?

–Me he encontrado con gente amable y generosa. Ahora tengo buenos amigos aquí.

–¿Tardó en acostumbrarse a vivir aquí o se adaptó enseguida al ritmo de vida?

–Me adapté muy bien. Durante los primeros años a veces me iba a Madrid, porque decía que necesitaba 'baños de ciudad', quizás porque siempre viví en ciudades grandes, pero ya no me hacen falta.

«Son diferentes los horarios y aquí la vida se hace más fuera de casa que dentro»

–¿Cómo ha cambiado su visión de la región en el tiempo que lleva aquí?

–Sabíamos muy poco de Extremadura, por eso nos empeñamos en conocerla. Ahora es mi casa.

–¿Podría definir Extremadura con tres palabras?

–Desconocida, sorprendente y amable.

–¿Qué es lo que más le conquistó de esta tierra?

–Lo primero, Plasencia, la ciudad a la que llegamos. Mi esposo encontró trabajo rápidamente, pero yo no, así que cuando mis hijos iban al colegio me dedicaba a conocer la ciudad. Investigué sobre todo lo que veía, iba a la biblioteca, preguntaba, leía. Vengo de Venezuela, donde las edificaciones más antiguas son del siglo XVIII, así que llegar a un lugar donde algunas construcciones tienen 800 años fue maravilloso.

–¿Y lo que menos?

–El principal problema es la infranqueable burocracia española, y la extremeña en particular. También la imposibilidad de encontrar trabajo y los muros casi insalvables que te ponen para poder llevar a cabo cualquier proyecto o para desarrollarte profesionalmente.

–¿Qué destacaría de los extremeños?

–La sencillez y la cercanía en el trato. Y la generosidad. Recuerdo una vez que estábamos en Robledillo de Gata, preguntamos a un señor por un sitio en particular y terminó invitándonos a su bodega, a probar su vino y conocer a sus vecinos.

–¿Qué cree que necesita Extremadura para su desarrollo?

–Que los extremeños crean en las bondades de su tierra. Y políticos que dejen de empeñarse en ser protagonistas de iniciativas en lugar de ser facilitadores de las mismas. Que no piensen únicamente en mantenerse en el poder.

«El principal problema es la burocracia y la imposibilidad de encontrar trabajo»

–¿Cuáles son sus sitios favoritos de la región?

–Todo el norte de Extremadura me gusta y sigo conociendo lugares. Tampoco me canso de mi ciudad, Plasencia, de caminar por sus calles, subir a Torre Lucía. No importa cuántas veces vaya a la catedral, siempre es un gozo para mí. Poco a poco voy conociendo el sur de Extremadura y me gustan Badajoz, Zafra o los viñedos de Almendralejo. Recuerdo el día que conocí la ermita del Ara, el asombro de encontrar esa joya allí, en medio del campo. Las estupendas playas de Orellana y Cheles.

–Extremadura es un paraíso natural ¿en qué sitios le gusta perderse?

–Me gustan las carreteras solitarias, recorrerlas lentamente. La carretera a Granadilla, la que va de Yuste a Garganta con las piedras que brillan cuando llueve. Las que rodean el pantano de Gabriel y Galán cuando se cubren de jaras. Me gusta perderme en el campo y ver las aves.

–¿Qué rincones recomendaría visitar de Plasencia?

–La calle Encarnación y la parte de atrás del Palacio de Mirabel con su balcón de película. La calle Arenillas. Mirar hacia arriba en la catedral nueva, el techo es fabuloso. Y la entrada a la ciudad por el Puente Trujillo.

–¿Qué echa de menos en Plasencia?

–Echo de menos la familia y los amigos, siempre los echaré de menos. Las playas maravillosas de Venezuela. Los aguacates o coger los mangos de los árboles.

–¿Los servicios públicos con los que cuenta son suficientes? ¿Y las propuestas culturales y el comercio?

–El problema del tren es muy grave. Por otra parte, hay propuestas culturales muy interesantes en la región. En cuanto al comercio, hay de todo.

–¿A qué dedica su ocio?

–Paseo por el campo y con mis perros. También soy voluntaria en el Refugio de Plasencia, donde voy los sábados.

–¿La cercanía con Portugal es un aliciente? ¿Suele viajar con frecuencia al país vecino? ¿Dónde va?

–Me gusta tanto Portugal que estudio su idioma. Cada vez que podemos vamos a algún pueblo. Tener Monsanto a poco más de una hora es un privilegio.

–¿Le gusta el clima extremeño?

–El clima seco de Plasencia tiene la ventaja de que te resguardas y se te quita el frío y para el calor, el agua.

–¿Suele recomendar a sus familiares y amigos que vengan de vacaciones o a vivir a Extremadura?

–Tengo familia y amigos en muchos lugares. La mayoría no conocía Extremadura. Me encanta mostrarles sitios maravillosos y desconocidos.

–¿Hay algunas costumbres o tradiciones que le hayan llamado especialmente la atención?

–Las fiestas de fuego, me dan miedo, pero me atraen, Las Candelas, Los Escobazos y Las Luminarias.

–¿Suele acudir a fiestas de interés turístico o a acontecimientos culturales?

–Conozco las fiestas porque trabajo en la guía de ocio PlanVE y las disfruto. Al Festival de Teatro de Mérida he ido varias veces y seguiré.

–¿Qué es lo que más le gusta de la gastronomía extremeña?

–Los quesos de Acehúche y las cerezas del Jerte.

–¿Dónde ha viajado o va a viajar este verano?

–Por Extremadura, por supuesto.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy «Los extremeños deberían creer en las bondades de su tierra y los políticos tendrían que facilitar iniciativas»

«Los extremeños deberían creer en las bondades de su tierra y los políticos tendrían que facilitar iniciativas»