El exceso de producción de China amenaza con bloquear el tomate extremeño esta campaña

El Observatorio del Tomate para Industria, de CTAEx (Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario), acaba de elaborar un completo informe sobre la situación del tomate una vez cerrada la pasada campaña. De ese estudio sobresalen varias cifras. Para empezar, en 2024 se han producido en todo el mundo 45,7 millones de toneladas. Un incremento de más de un millón más con respecto a 2023.

China es el primer productor, seguido de Estados Unidos e Italia. España se sitúa como el cuarto, levemente por encima de Turquía. El aumento de la producción de tomate chino ha sido espectacular, un 31% más. De 8 a 10,450 millones de toneladas.

Si a eso le sumamos que en España también se produjo una subida notable, un 18% (de 2,600 a 3,060 millones de toneladas), el mercado mundial de esta hortaliza ha visto claramente superado los déficits de cosecha en otros países tan importantes en el sector como Estados Unidos (California ha tenido un 14% menos de cosecha por la sequía), o Italia (un 3% menos).

La producción mundial de tomate se ha incrementado de manera extraordinaria desde 2001, donde se partía de algo más de 25 millones de toneladas a los 45,7 de la última campaña.

«Hay mucho tomate. Hay un superávit de producción mundial. Y tiene sus consecuencias», admite a este diario Domingo Fernández, presidente del grupo cooperativo Acopaex. «Los chinos no tienen una calidad como la nuestra, pero su tomate es utilizado por la industria y por los intermediarios para bajar el precio final», remata.

Mientras, Manuel Vázquez Calleja, consejero delegado del grupo Conesa, ya aventuró hace unos meses a HOY que «ahora nos vamos a enfrentar a un ciclo expansivo en cuanto a la producción mundial». Es el principal grupo tomatero de Europa. Es la empresa española líder en procesado de tomate con sede en Villafranco del Guadiana. Y tiene fábrica en China. «Toca ajustar la producción este año», refrenda Vázquez.

Extremadura suele producir cada año dos millones de toneladas de tomate, que se destinan a concentrado, polvo y triturado y a partir de las cuales se elaboran salsas como tomate frito o kétchup. La campaña pasada, los datos oficiales apuntan a que se alcanzaron los 2,3 millones, un 15,8% más porque en 2023 fueron 2 millones.

Según la Asociación Mesa del Tomate, se cultivaron 24.477,64 hectáreas frente a las 23.443 del año anterior. La producción de 2,3 millones de toneladas corresponde a un rendimiento muy alto por hectárea, 91,73 toneladas. En la campaña de 2023 fue de 87,14 toneladas. «Fue una campaña muy buena en general, con pocas plagas y agua. Por eso se cosechó tanto. Además, el precio animó mucho a plantar. Pero para esta campaña el panorama es diferente», admite Fernández.

Los agricultores van a sembrar menos hectáreas porque la industria ya ha dejado claro que va a contratar menos producción. Hay exceso de tomate en los bidones y a pesar de que el consumo mundial no decae, es incapaz de absorber el aumento considerable de kilos.

«Los agricultores ya han vivido situaciones como esta. Ya sabemos que se plantará menos. Ahora queda por definir el precio cerrado. Ese es otro asunto que todavía no se ha abordado», añade el presidente de Acopaex.

En el sector se da por hecho que la industria va a presentar una rebaja del precio a pagar por hectárea. Y que, posiblemente, ante el exceso de tomate, la habrá. El año pasado, las industrias cooperativas extremeñas contratado el tomate a 150 euros por tonelada de media; las industrias privadas, sobre los 140.

El tomate producido en Extremadura representa el 77,4% del total generado en España.