Eugenio Delgado no podrá salir de la cárcel antes de 2045 tras la condena a prisión permanente

Casos tan mediáticos como el del miembro de ETA Ignacio de Juana Chaos, que salió en libertad tras haber cumplido 21 años en prisión por el asesinato de veinticinco personas, unidos a otras muertes causadas por delincuentes que habían salido en libertad vigilada tras cumplir condena por hechos similares, provocaron en 2015 un cambio en el Código Penal español para incluir la prisión permanente revisable,

Desde entonces, esa pena se aplica a los asesinos que después de cometer una agresión sexual acaben con la vida de la víctima para evitar ser descubiertos. O a quienes asesinen a un menor de 16 años.

Esa circunstancia es la que se ha apreciado en la muerte de Manuela Chavero y en los próximos días será impuesta una sentencia en la que se recogerá, por primera vez en un caso juzgado en Extremadura, la pena de prisión permanente revisable.

Con ese castigo Eugenio Delgado deberá permanecer en prisión durante 25 años, por lo que no podrá salir de la cárcel hasta 2045 (lleva cuatro años encarcelado). En ese momento tendrá 52 años y podrá solicitar por primera vez que se revise su pena.

Eso no significa que automáticamente pueda acceder al tercer grado, que es el que permite salir en libertad vigilada a quienes tienen una buena conducta en el centro penitenciario y han demostrado estar en disposición de reinsertarse en la sociedad.

Por tanto, podrían adoptarse dos decisiones: obligar a que siga en prisión si se considera que no está rehabilitado, o permitirle salir con una pulsera electrónica que facilite tenerlo localizado en todo momento.

La diferencia entre la prisión permanente revisable y el Código Penal que se aplicaba antes de 2015 es importante puesto que entonces no existía un castigo tan contundente.

Hasta esa fecha un caso como el suyo tendría dos condenas distintas: 25 años por asesinato y 15 por agresión sexual. La suma alcanzaría los 40 años de prisión, pero explica José Duarte, abogado penalista en Badajoz, que con una condena de ese tipo el reo podía solicitar la concesión de permisos después de cumplir una cuarta parte de la condena de mayor duración (en este caso la de 25 años) y la clasificación en tercer grado después de superar la mitad de esa condena mayor. Con esa regulación un asesino violador podía empezar a disfrutar de permisos de fin de semana pasados 6 años y 3 meses, y salir en libertad vigilada tras cumplir 12 años y medio de cárcel.

En el caso que se ha juzgado esta semana tanto el Ministerio Fiscal como las acusaciones solicitaron desde un primer momento que Eugenio Delgado fuese considerado culpable de asesinato y violación, dos delitos que al estar unidos conllevan prisión permanente revisable.

«Lo importante en este caso es que recae sobre el condenado la mayor pena que existe en el Código Penal español. No es tarea fácil conseguir una sentencia de este tipo, pero los testigos y los peritos han sido muy claros a la hora de explicar lo que ha sucedido y el jurado se ha podido hacer una idea del sufrimiento que causó con esa muerte y del dolor que han tenido que soportar sus hijos y toda su familia desde que ocurrieron los hechos», destaca Fernando Fontán, el abogado que ha representado al exmarido de Manuela Chavero y a los dos hijos que tenían en común.