La época de riesgo alto de incendios en Extremadura comienza pendiente de las olas de calor

Esta situación es consecuencia de las lluvias caídas durante el invierno y buena parte de la primavera, que por un lado han incrementado la cantidad de pastos, y por otro han humedecido las masas boscosas, que son el alimento de los grandes incendios forestales (los de más de quinientas hectáreas). Este combustible grueso se irá secando con el paso de las semanas, y lo hará a mayor o menor velocidad en función de la meteorología, principalmente.

En este punto, resultan claves las olas de calor. Su número, intensidad y duración serán a la postre lo que marque el ritmo de la campaña que está a punto de comenzar, en la que el Infoex pone en guardia a todo su personal. Una sucesión de olas de calor con temperaturas especialmente altas y de duración mayor de lo habitual bastaría para darle un giro a la situación y elevar el peligro de forma clara. Algo que ya ha ocurrido en varios de los últimos veranos en Extremadura y en el conjunto de España.

En total, el dispositivo autonómico contra el fuego en el monte movilizará a novecientos bomberos forestales, dedicados a la vigilancia y extinción, más 102 jefes de retén, según los datos facilitados por la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural. El operativo incluye también a 270 agentes del Medio Natural de la Junta de Extremadura, formados y autorizados para trabajar como directores de extinción cuando la situación lo requiere. Y en la cúpula de este dispositivo están cinco coordinadores regionales, un jefe del servicio (David Jorge) y el director general de prevención y extinción de incendios forestales, José Antonio Bayón. A ellos hay que añadir el equipo que trabaja en el COR (Centro Operativo Regional) ubicado en Cáceres, en el polígono de Aldea Moret, donde se está construyendo un edificio nuevo que sustituirá al actual.

También integran el operativo los vigilantes de los 42 puestos fijos ubicados en puntos altos desde los que se domina el paisaje. Y hay 22 repetidores, tres radioenlaces 560 emisoras fijas y 505 portátiles, además de 101 camiones con bomba, 70 vehículos de mandos y para transporte, 50 de apoyo, once bulldozers y dos tractores mecánicos.

En cuanto a los medios aéreos, la Junta dispone en régimen de alquiler –es lo normal en toda España– de 12 en total. Son nueve helicópteros (con bases en Hoyos, Jarandilla de la Vera, Serradilla, Guadalupe, Valencia de Alcántara, Malpartida de Cáceres, Herrera del Duque, Manchita y Calera de León) y tres aviones anfibios (uno en Mirabel y dos en Talavera La Real). Por su parte, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aporta seis medios aéreos: los dos helicópteros de la BRIF (Brigada de Refuerzo ante Incendios Forestales) de Pinofranqueado, un anfibio que operará desde la base de Mirabel (en Monfragüe), un helicóptero medio de extinción en Plasencia, un avión de coordinación en Talavera La Real y también en esta última localidad cercana a Badajoz, un hidroavión pilotado por el Ejército del Aire.

Por segunda campaña consecutiva, el Estado no enviará a Plasencia el Kamov, un helicóptero bombardero ruso especialmente operativo por su potencia y capacidad de helibalde. No ha sido posible arrendarlo por las sanciones de la UE a Rusia por la guerra de Ucrania. Le sustituye un Bell 412, un modelo claramente inferior en prestaciones.