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Central nuclear de Almaraz con sus dos reactores. :: hoy
Los dueños de Almaraz invertirán hasta 600 millones para no cerrar la central antes de 2028

Los dueños de Almaraz invertirán hasta 600 millones para no cerrar la central antes de 2028

Iberdrola, Endesa y Naturgy cerraron ayer un acuerdo para solicitar la prórroga de la planta nuclear

P. CALVO /J.M. CAMARERO

BADAJOZ.

Sábado, 23 de marzo 2019, 08:47

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Las empresas propietarias de la central nuclear de Almaraz, Iberdrola, Endesa y Naturgy, cerraron en la madrugada de ayer, viernes, un acuerdo por el que se comprometen a invertir un máximo de 605 millones de euros y alargar la actividad de la planta hasta el 1 de noviembre de 2027, en el caso de la unidad I, y el 31 de octubre de 2028 para el segundo reactor.

El acuerdo, ratificado por la asamblea de la sociedad propietaria en la misma mañana de ayer, supone que antes del 31 de marzo solicitarán la prórroga de la licencia de Almaraz, que expira en abril del próximo año 2020.

Durante las últimas semanas, las inversiones previstas en el plan de negocio sobre el que se basa la viabilidad económica de la central nuclear se había convertido en un punto de desencuentro entre las empresas. Hay que recordar en este sentido que aunque Iberdrola es mayoritaria en la planta cacereña (53%), la petición de prórroga exigía un acuerdo unánime con las otras dos socias, Endesa (36%) y Naturgy (11%), ya que constituyen una sociedad de interés económico.

Naturgy se ha mantenido alineada con las posiciones defendidas por Iberdrola, partidaria de no ir más allá del 15% en el caso de que fuera necesario ampliar los 400 millones de inversión que contempla el plan de negocio para labores de mantenimiento y gestión de residuos, entre otras acciones, al alargar la vida útil de la central.

Endesa, sin embargo, se resistía a que el acuerdo final explicitara una limitación a las inversiones que fueran necesarias en el futuro para el mantenimiento de la planta cacereña. Alegaba que esa cláusula no estaba recogida en el protocolo firmado con Enresa, la compañía pública que gestiona los residuos.

Tras varias reuniones fallidas durante las últimas semanas, en la madrugada del viernes se alcanzó por fin un acuerdo que fija en un máximo de 605 millones las aportaciones que comprometen las tres empresas para que Almaraz no cierre antes de 2027/2028. Es decir, un tope del 50% sobre el plan de negocio diseñado.

Informe del CSN

En el caso de que fuera necesario superar esa cifra, las tres empresas deberán volver a sentarse y negociar de nuevo la continuidad de Almaraz. Ello dependerá del informe que elabore el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), en el que se fijarán las estrictas condiciones técnicas y de seguridad que debe cumplir la central para alargar su vida útil.

El informe del CSN se espera para los próximos meses, aunque no tiene un plazo de tiempo límite y concreto para su entrega a las empresas propietarias, que de momento sí solicitarán la prórroga. En ese informe no se cuantificarán económicamente las actuaciones que proponga, lo que corresponde a las empresas propietarias.

Fuentes cercanas a la negociación sostienen que dadas las últimas inversiones realizadas en la central en materia de seguridad y mantenimiento, sería poco probable que las exigencias del Consejo de Seguridad Nuclear superaran esas cotas acordadas, aunque el organismo tiene la última palabra.

En cualquier caso, desde Iberdrola y Endesa se trasladaron ayer a la opinión pública mensajes de optimismo e incluso de satisfacción por el acuerdo alcanzado. La primera considera que se ha logrado un «marco de viabilidad económica razonable y con los más altos estándares de seguridad y fiabilidad».

Fuentes de ambas empresas subrayaron la importancia del acuerdo suscrito ayer por lo que supone para el mantenimiento de su inversión económica en la comarca del Campo Arañuelo, en concreto, y Extremadura, en general, y también porque significa cumplir con el protocolo suscrito con Enresa.

En él se establece un abandono escalonado de la energía nuclear en nuestro país hasta el año 2035. Dicho protocolo, además, está alineado con el horizonte temporal previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

De hecho, el acuerdo sobre Almaraz, la primera de las centrales nucleares española que cerrará, supone despejar el camino que esta energía recorrerá en el sistema energético español a medio plazo. Con la petición de prórroga de vida útil de la planta extremeña, también ha llegado el acuerdo para pedir esa ampliación en las de Vandellós II y Ascó II ( ambas en la provincia de Tarragona), donde Endesa e Iberdrola comparten accionariado. Su horizonte está fijado en los años 2030 y 2031, respectivamente, aunque pueden solicitar una nueva prórroga. En el caso de Ascó I es propiedad única de Endesa. Más tarde, le llegaría el turno a Cofrentes (Valencia), propiedad 100% de Iberdrola. Y finalmente a Trillo (Guadalajara), formada por Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP, para el año 2035.

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