Vista aérea de Olivenza

Turismo

El destino extremeño fronterizo con doble nacionalidad: española y portuguesa

A 27 kilómetros de Badajoz, es un destino único que refleja la convivencia entre dos culturas hermanas

Alba Alcázar Crespo

Domingo, 31 de agosto 2025, 11:00

Situada en la provincia de Badajoz y en plena frontera con Portugal, se encuentra Olivenza, conocida como 'la ciudad de la doble nacionalidad'. Y es que en sus calles conviven en perfecta armonía la esencia española y la portuguesa, creando un ambiente único que la convierte en un destino singular.

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Fundada en el siglo XIII por la Orden del Temple, Olivenza pasó a formar parte de Portugal en 1297 tras el Tratado de Alcañices. Durante más de cinco siglos fue territorio portugués, hasta que en 1801, tras la Guerra de las Naranjas, quedó anexionada a España. Este pasado compartido ha dado forma a un auténtico crisol cultural donde se mezclan lenguas, costumbres, gastronomía y arquitectura.

La gastronomía de Olivenza es otro de sus grandes atractivos. Aquí podrás degustar tanto platos típicos extremeños como recetas portuguesas. Desde el bacalao dorado y las migas hasta los dulces conventuales, cada bocado refleja esa doble identidad que caracteriza a la ciudad.

Pocos lugares pueden presumir de una historia y una personalidad como la de Olivenza. Este pueblo fronterizo, marcado por la convivencia entre dos culturas, es un ejemplo vivo de cómo España y Portugal se entrelazan en un mismo lugar. Si buscas un destino lleno de historia, tradición y encanto, Olivenza te enamorará con su mezcla perfecta de ambas orillas.

¿Qué puedes ver en Olivenza?

Comenzar una visita a Olivenza es adentrarse en su pasado más monumental. El Alcázar de Olivenza, levantado en el siglo XIII por la Orden del Temple, se alza como uno de los grandes símbolos de la ciudad. Su torre del homenaje, las murallas que lo rodean y sus puertas fortificadas recuerdan la importancia estratégica que tuvo esta plaza fronteriza a lo largo de la historia.

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Desde allí, el recorrido nos lleva a descubrir la profunda huella portuguesa que aún se conserva en la ciudad. La Iglesia de Santa María Magdalena es una de las mejores muestras del estilo manuelino en España, con sus portadas minuciosamente labradas y una decoración cargada de simbolismo luso. No menos destacable es la Iglesia de Santa María del Castillo, donde aguarda un magnífico retablo barroco que sorprende por su riqueza artística.

El paseo continúa por el centro histórico de Olivenza, cuyas calles empedradas de calzada portuguesa y casas encaladas con detalles azules evocan al vecino Alentejo. Cada rincón transmite la convivencia de dos culturas que han dejado su huella en la fisonomía urbana.

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Dentro del Alcázar se encuentra además el Museo Etnográfico Extremeño González Santana, un espacio imprescindible para comprender la vida cotidiana de la región y la estrecha relación cultural que Olivenza mantiene con Portugal.

La ruta culmina en la Plaza de España, verdadero corazón de la ciudad. Rodeada de edificios históricos y animada por terrazas y bares, es el lugar perfecto para disfrutar de la gastronomía local, donde sabores extremeños y portugueses se encuentran en un mismo plato. Aquí, entre aromas y conversaciones, se respira la esencia de una ciudad que es, al mismo tiempo, española y portuguesa.

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