«Debemos acostumbrarnos a tener menos gente en todos los centros»

Florencio Monje es toda una eminencia en el campo de la cirugía oral y maxilofacial, de hecho es el presidente de la Sociedad Española del ramo, y con más de 30 años de experiencia ha situado a su centro CICOM de Badajoz como un referente a nivel nacional. Ahora se prepara para reabrir sus puertas y adaptarse al nuevo modelo de vida que dejará la COVID-19.

–¿Cómo ve la situación económica española ante la crisis del coronavirus?

–No digo nada nuevo cuando opino que la situación económica que le queda vivir a este país y a nuestra comunidad es una incógnita pero en negativo. Quiero decir que mi visión es mala pero incluso hay gente que piensa que puede ser peor.

–¿Y la extremeña?

–Pues sinceramente la situación en Extremadura tiene que ser peor. A este país y esta comunidad la deberían salvar las empresas, desde las pequeñas a las grandes, y hay muchas que van a cerrar incluso antes del desconfinamiento. Por lo tanto la situación económica de una región, con tan pocos resortes empresariales, como hay aquí tiene que ser peor que en otras regiones donde hay más tejido empresarial.

–¿Cómo le ha afectado a su clínica?

–Obviamente a partir de la alerta surgida a mitad de marzo, y aunque había pacientes dispuestos a tratarse y operarse sea como fuere, cerramos nuestro centro CICOM por responsabilidad con nuestro personal y con los propios pacientes, y además siguiendo normas de general uso.

–¿Cuáles son las expectativas de futuro?

–Las expectativas en relación con las preguntas anteriores son muy malas pero hay que pensar en positivo. Desde luego lamentándonos no vamos a conseguir nada. Es tiempo de cambiar para mejorar y es tiempo también de innovar y de apostar por líneas de trabajo acordes con el tiempo que se nos viene encima. Todos vamos a estar peor. Cuanto antes nos acostumbremos a pensar que este bicho se cargó el paraíso, menos pesimismo y depresión.

–¿Cómo se prepara para la vuelta a la normalidad?

–Pues con mucha ilusión. La idea que vamos a desarrollar, entre todos los trabajadores de CICOM, es como si hubiera una apertura de nuevo desde cero. No vivir de las rentas o del prestigio sino básicamente seguir apostando por la calidad y por la excelencia y que no haya ningún tipo de recorte con respecto a estas cualidades. Tendremos que acostumbrarnos a tener menos gente en todos los centros, siguiendo normas que nos van a perseguir durante mucho tiempo, con sus pero también nos va a permitir esto modificar tratamientos orientados a conseguir la satisfacción del paciente.

–¿Cree que esta crisis tendrá peores consecuencias que la de 2008?

–En principio yo creo que las consecuencias serán peores. Tenga en cuenta que después de estos dos meses de confinamiento el número de parados en tan poco tiempo se va disparar. Pero esta crisis tiene algo distinto a la de 2008. En aquella se nos fue engañando durante varios años de que no existía tal y ahora la población yo creo que tiene elementos de sobra para saber que lo que ha pasado es una catástrofe sin paliativos y que necesita de mucha energía y mucha responsabilidad para afrontarlo. Por eso yo creo que en aquel tiempo nos fuimos metiendo en un agujero sin saberlo y ahora ya sabemos que estamos en el agujero y que lo que nos queda es salir de él.

–¿Cómo valora las medidas del Gobierno central?

–Mínimas mirando al futuro de las empresas. Yo creo que todavía estamos en tiempo de protección de ciudadanía pero viendo cómo han actuado en estos dos meses me temo que va a haber mucha improvisación y mucha presión por parte de opiniones que atienden más a dogmas sociales que a las opiniones de los expertos, o sea de la gente que sabe. En este país desde hace una época estamos en manos de gente que opina y no de los que saben.

–¿Y la actuación de la Junta?

–Pues tres cuartos de lo mismo. Por ahora han sido insuficientes y digo lo mismo: si las pocas empresas que hay en esta tierra no se cuidan, el futuro es muy oscuro.

–¿Qué medidas cree que ayudarían a la recuperación?

–

Pues yo creo que son de muy sentido común. Las ayudas iniciales (autónomos) que se han dado son obviamente insuficientes y vale para solventar durante pocos días esta crisis pero hace falta mirar a largo plazo. Por un lado que el desescalamiento sea correcto y que a la gente se le dé garantía sanitaria de moverse fuera de su casa. Obviamente la financiación es una necesidad acuciante con la que hay que apoyar a la pequeña y a la mediana empresa. La condonación de los impuestos es una necesidad que se va a convertir en acuciante en poco tiempo. Pero creo que hay una pieza también muy necesaria que será la flexibilidad laboral. Creo que de entrada puede ser considerado antisocial pero va ser el causante de que muchas empresas se cierren. Las empresas que antes eran rentables con 50 trabajadores en un futuro no lo serán. Es posible que lo pudieran ser con 35 temporalmente para luego volver a los 50. Le pongo un ejemplo pero eso desgraciadamente no lo puede pagar la empresa.