¿Qué ha pasado este jueves, 4 de diciembre, en Extremadura?
José Antonio Ardila, 'Joseli', esta mañana en Zahínos, mostrando la foto que le hicieron al ahora papa León XIV cuando era obispo de Chichayo, en Perú, a caballo para recorrer una de sus parroquias.

El cura extremeño que conoció en Perú al nuevo Papa: «Es un acierto. Está muy preparado»

José Antonio Ardila, sacerdote de Zahínos e Higuera de Vargas, resalta la cercanía y el espíritu de consenso de Robert Prevost, con el que coincidió cuando era este obispo de Chiclayo y el extremeño misionero en el país andino

Viernes, 9 de mayo 2025, 12:18

Un cura extremeño, confiesa, tiene el teléfono móvil del ahora papa León XIV. «Pero no lo pienso dar, eh», suelta enseguida cuando HOY habla con ... el sacerdote José Antonio Ardila, conocido como Joseli por sus feligreses de Zahínos e Higuera de Vargas y por sus compañeros de sacerdocio de la archdiócesis de Mérida-Badajoz. A punto de cumplir 62 años, Joseli ha sido misionero en Perú durante 25 años de su vida. Y ha conocido a Robert Francis Prevost Martínez, entonces obispo de Chiclayo y ahora obispo de Roma y Sumo Pontífice para todos los católicos.

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No sabemos si el número de teléfono del hasta ayer cardenal Prevost seguirá siendo el mismo a partir de ahora. Pero ayer otro teléfono, el del Joseli, es el que echaba humo por la tarde, al poco de saber que el exobispo de Chiclayo era el sucesor del papa Francisco. Los sacerdotes de Mérida-Badajoz sabían que durante su etapa de misionero en Perú José Antonio Ardila había conocido al nuevo Papa. Y tenía una foto no con él pero sí de él. La de Robert Prevost montado en un pequeño caballo para recorrer alguna de las parroquias de su diócesis de Chichayo cuando era obispo.

«Va a ser un gran Papa. Ha sido un acierto su elección. Va a ser un Papa de consenso y está muy preparado», resume Ardila, natural de Talavera la Real y que ejerce en Zahínos y en el vecino Higuera de Vargas desde hace año y medio, cuando regresó de su segunda etapa misionera en el país andino.

Allí ha estado entre 1992 y 2015, en una primera etapa, y entre 2021 y 2023, en una segunda. Pertenecía a la diócesis de Chimbote, de la que estaba obispo el zamorano Ángel Francisco Simón Piorno. Un día, el obispo Simón recibió la comunicación de que su homólogo de Chiclayo les iba a recibir en el obispado de su diócesis, situada al norte peruano. Y el extremeño Joseli Ardila fue uno de los que acudió a la recepción de Prevost.

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«Fue hace algo menos de tres años, poco antes de ser nombrado por el papa Francisco como prefecto del Dicasterio de los obispos en Roma (el jefe de todos los obispos) y cardenal», relata el cura extremeño. «Me quedo de ese encuentro con la cercanía y la amabilidad que nos mostró en la recepción en el obispado de Chiclayo. Nos recibió a las puertas de forma cordiabilísima. Fuimos al almuerzo. Nos enteramos cuáles eran sus preferencias gastronómicas, el seco de cabrito y el ceviche (pescado crudo), dos platos típicos de Perú«, rememora.

También recuerda del nuevo Papa su actuación «valiente, decidida» en el caso de abusos sexuales en Perú. Es el conocido como caso Sodalicio. Prevost estuvo comprometido con las víctimas y fue decisivo en la disolución de la organización Sodalicio de Vida Cristiana, compuesta por laicos y eclesiásticos. Y se llegó a enfrentar al arzobispo de Piura, José Antonio Eguren Anselmi, que se vio obligado a presentar la renuncia después de las acusaciones de casos de abusos y otras irregularidades económicas por parte de miembros del Sodalicio, asociación a la que pertenece. «Fue valiente Robert Prevost porque dijo que había que aclarar y salir a la luz toda la verdad en ese caso», enfatiza Joseli sobre el nuevo Papa.

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Robert Francis Prevost, obispo de la diócesis de Chiclayo, en una visita a sus parroquias en caballo. HOY

Joseli recordó la etapa de Prevost ayer por la tarde camino del hospital en Badajoz. Recientemente ha sido operado y ayer tarde tocaba recuperación. En el coche, la persona que le llevaba al centro hospitalario le preguntó que quién iba a ser Papa y el cura talaverano no dudo. Dio el nombre de Robert Prevost. Minutos después, cuando se confirmó su elección, el acompañante del cura de Zahínos e Higuera de Vargas estaba estupefacto por el acierto de su pronóstico.

«Me he emocionado mucho al ser que Prevost es el Papa. Y sinceramente me lo esperaba. ¡Si es que tiene cara de Papa!», suelta con una carcajada José Antonio Ardila, quien no duda de que León XIV va a ser un papa que dejará huella. « Está perfectamente preparado en todos los sentidos. Es doctor en Matemáticas, Misionero. Conoce la Curia romana. Es sencillo y aunque no sea tan extrovertido como Francisco verás cuándo lleve unos meses más...Ayer, cuando salió al balcón de la plaza de San Pedro contuvo como pudo su emoción», remata.

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Recuerda también José Antonio Ardila la foto de Prevost montada a caballo que aparece en esta información. «Fue un día a visitar a parroquias de Chiclayo de esa forma. Y mira que las sillas para montar a caballo o en burro que se ponen en Perú son pequeñas y muy incómodas», rememora.

«Lo saludé un día. Me cuentan que es muy sencillo y muy acogedor»

Fernando Cintas Rosa

Sacerdote, lo conoció en Perú

Hay otro sacerdote extremeño, también misionero en Perú durante casi cuatro décadas, que también habla del papa León XIV. Fernando Cintas Rosa, de Salvatierra de los Barros, estuvo 39 años en el país andino. Ahora tiene 74 años y está en Burguillos del Cerro ejerciendo como su ministerio sacerdotal. Tuvo, comenta a HOY, un breve encuentro con Robert Prevost cuando era obispo de Chiclayo.

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«Nos saludamos unos segundos. Tengo un buen recuerdo pero apenas puedo decir más sobre cómo era. Eso sí, he podido hablar con sacerdotes peruanos con los que aún conservo contactos y me dicen que era muy sencillo y muy acogedor», señala Fernando Cintas.

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