«Es una alegría para las personas sordas que 'CODA' haya ganado el Óscar»

Se refiere la presidenta de la Asociación cacereña a Troy Kotsur, segunda persona sorda que obtiene este galardón, en el que fue pionera Marlee Matlin, que lo logró en 1987 con 'Hijos de un dios menor' (Randa Haines, 1986). Kotsur lo logra ahora por su papel en un filme que también ganó en la categoría de mejor guión adaptado. 'CODA: Los sonidos del silencio' cuenta la historia de Ruby (Emilia Jones), la única que sí oye en una familia en la que todos son sordos. La adolescente es un pilar para los suyos. Cada mañana, antes de ir a clase, acude al negocio que llevan entre sus padre y su hermano, una existencia que sufrirá un giro cuando alguien descubre su talento musical y la anima a desarrollarlo.

Hay en el tráiler del filme una escena que Maite Berrocoso considera particularmente ilustrativa. En ella, un profesor pregunta a la protagonista cómo se siente cuando canta, y ella contesta en lengua de signos, porque esta es su lengua materna. Esa respuesta «demuestra que es posible convivir con dos culturas», aprecia la presidenta de la Asociación de personas sordas de Cáceres, que recuerda lo importante que es ayudar a dar visibilidad a un colectivo «que muchas veces resulta invisible para una mayoría de la sociedad».

«Las personas sordas no llevan un bastón o una silla de ruedas, y esto hace que en ocasiones, los demás no se den cuenta de con quién están interactuando», resume Berrocoso, que pone algunos ejemplos que ilustran hasta qué punto esto puede suponer un hándicap en la vida diaria.

«En la biblioteca –cuenta la presidenta– se organizan cuentacuentos a los que van los niños, y si son sordos, no pueden participar si no hay alguien que se exprese en lengua de signos. También ocurre, por poner otro ejemplo, que estás en una consulta médica por un problema de ansiedad o depresión, y aunque haya un intérprete, es difícil que el profesional reciba toda la información completa que necesita para conocer bien las costumbres, la identidad, los valores o la cultura de la persona a la que debe atender y ayudar».

En su opinión, «hay un desconocimiento general sobre lo que implica ser sordo». Por esto, «nos parece importante que el Óscar a la mejor película haya sido para una película que habla sobre las personas sordas». «Es una alegría», concluye Maite Berrocoso, que cree que 'CODA: Los sonidos del silencio' puede ayudar a dar más visibilidad a un colectivo necesitado de ella, y al que solo en España pertenecen un millón de personas».