Alojamientos rurales: del ‘boom’ al ‘crack’

El fabuloso catálogo de fincas rústicas de Extremadura incluye un capítulo que merece una mención aparte. Son los alojamientos de turismo rural. Hoteles, casas, complejos, cabañas... No hay inmobiliaria del sector que no tenga alguno en su cartera.

«Hubo unos años en los que abrieron muchos y no había negocio para todos», apuntan desde el portal fincasydehesas.com. «Creo que quienes dan el paso de abrir un alojamiento de este tipo deberían tener claro que un hotel o una casa o un apartamento para el turismo rural es un negocio de autoempleo, y no algo que se pueda controlar a kilómetros de distancia», reflexiona Cecilia Calderón, que tiene en su empresa (Rústicas y Urbanas) una larga lista de propiedades de este tipo.

La respuesta más aceptada a la pregunta de por qué hay tantos alojamientos de este tipo en venta en que el mercado se está autoregulando. Hubo tal boom en la primera década de este siglo, que acabó por generarse una situación de mucha más oferta que demanda. Y los números apuntan hacia esta dirección. Al inicio del año 2003, en la región había 108 establecimientos de turismo rural registrados. Al empezar el año 2010 ya había 463. Osea, en seis años, abrieron en Extremadura 355 alojamientos rurales. Es decir, a una media de 59 al año, o sea, más de uno nuevo cada semana. A fecha 31 de octubre de este año, en la comunidad hay 552 negocios de este tipo, que suman casi 6.600 plazas y emplean a 811 personas.

Probablemente, estos números ayudan a explicar la presencia de hoteles, casas o complejos rurales en los catálogos de las inmobiliarias de fincas rústicas, en los hay casi de todo. Por 3,8 millones de euros se puede comprar un hotel rural al pie de la sierra de Gredos, con veinte habitaciones y piscina. A la venta está también, por 1,3 millones, una «aldea con varias edificaciones en el Valle del Jerte», construida sobre una parcela de 700 metros cuadrados que incluye cinco edificios en los que hay sitio para trece habitaciones. A 15 kilómetros de Trujillo hay una casa rural de 12 habitaciones a la venta por 780.000 euros. Y en la comarca de La Vera, por un precio «a consultar», es posible hacerse con un conjunto rural que se anuncia como «de lujo», integrado por 28 edificaciones y capilla en una finca de 98 hectáreas con novecientos olivos y «varios embalses». O un hotel con diez habitaciones en la sierra de Gata.

Y entre tantas propiedades, destaca lo que en varias webs se publicita como Mansión en Peraleda de La Mata. Según el Catastro, es una parcela construida sin división horizontal, conformada por tres viviendas y dos almacenes, con una superficie total de 698 metros cuadrados. En la práctica, se trata de un hotel rural de lujo, del que se ha hablado mucho en los tres últimos años en los plenos municipales de Peraleda de la Mata. Tiene doce habitaciones, doce baños y una piscina de las que proliferan en los hoteles más modernos, las llamadas transbordantes o infinity. Ese hotel de lujo no llegó a abrir al público, se vende por 4,9 millones de euros, y es un ejemplo más de lo que ofrece Extremadura a quienes buscan un sitio para el recreo o el negocio en pleno campo.