¿Qué ha pasado este sábado, 6 de diciembre, en Extremadura?
Alfredo Guzmán, el padre, y Rüll Delgado, el hijo. :: Armando
UN PAÍS QUE NUNCA SE ACABA

Las últimas filas del Capitol

Alfredo Guzmán y Rüll Delgado estrenan hoy microteatro en verso

J. R. Alonso de la Torre

Jueves, 5 de junio 2014, 08:19

Un padre y un hijo, a quienes las circunstancias habían distanciado, se reencuentran en las últimas filas del viejo cine Capitol de Cáceres, donde la memoria colectiva local fabula legendarias historias de amores furtivos y encuentros prohibidos. La historia de ese reencuentro está aderezada por resonancias calderonianas en el verso y en los personajes, por programas dobles de «españoladas» y John Wayne... Todo esto y mucho más en 15 minutos es lo que ofrece 'La vida es sueño (un film de Mariano Ozores)', obra de microteatro escrita y dirigida por Marcelo Soto.

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Esta pieza teatral se estrena hoy jueves. Forma parte de una nueva apuesta del Festival de Teatro Clásico de Cáceres llamada Microteatro por Dinero. En el Foro de los Balbos cacereño, junto a la plaza Mayor, se han instalado cuatro contenedores de obra. En el interior, 15 butacas, un escenario y aire acondicionado. En sesión de tarde, entre las 20.30 y las 23 horas, seis funciones de cuatro obras de 15 minutos de duración. En sesión golfa, a partir de las 23.30 horas, el mismo proceso: cuatro contenedores, otras cuatro obras, seis pases, 15 espectadores y 15 minutos. Todo ello de jueves a domingo. Y el fin de semana, sesión infantil desde las 12 del mediodía.

«Nos llamaron a cada uno por su lado. Investigamos, descubrimos que Marcelo Soto, el autor y director, es una persona con prestigio y solvencia en el mundo del microteatro, y nos dijimos: Vamos a reciclarnos», explican Alfredo Guzmán, el padre en esta 'Vida es sueño', y Rüll Delgado, el hijo, dos actores extremeños de adopción, aunque nacidos en Managua y Santa Cruz de Tenerife.

Alfredo Guzmán no desvela su edad. «Yo ya estaba en el coro cuando Esquilo estrenó Las suplicantes», ironiza. Alfredo era aquel malvado inquisidor que sonreía en la plaza de San Jorge cacereña mientras se consumaba el auto de fe en la película '1492' de Ridley Scott. También hizo del poeta Miguel Hernández en la serie televisiva que sobre García Lorca dirigió Bardem. Llegó a España hace 40 años para estudiar Arte Dramático y su primera experiencia en Extremadura fue montar un Shakespeare en el festival de Alcántara. Ha dirigido montajes en el festival de Mérida, es profesor en la ESAD de Extremadura y su último trabajo ha sido la dirección de 'La hija del aire' de Calderón de la Barca con la Compañía Nacional de Teatro de Nicaragua.

¿Cómo alguien con un currículum así se mete en una aventura llamada microteatro por dinero? «Llevaba siete años sin actuar ante el público y vuelvo por el prurito de estar de nuevo en contacto con el espectador. Me convence, además, que es breve, que es en verso...», aclara Alfredo.

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Rüll Delgado no coquetea con su edad: tiene 32 años. «Vine de Tenerife a Cáceres por casualidad, para dar un curso de acrobacia a los actores de Karlik Danza, y acabé actuando. Ya llevo aquí siete años. Con Roberto Calle hemos montado La Raro 12, un espacio de entrenamiento y ensayo escénico. La gente me pregunta, incluidos los policías que me paran en algún control, que qué hace un canario en Extremadura, pero es que para mí lo importante no es dónde estoy, sino lo que hago. Aquí puedo vivir de las artes escénicas», detalla.

Por edad, Rüll parece más próximo al microteatro. «Dicen que esto es el futuro del teatro por el espacio, la cercanía, la intimidad y la economía. Pero que quede claro que ni el público interactúa, ni es una performance, ni es animación, ni es el Club de la Comedia. Es teatro», precisa.

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Rüll no es experto en teatro textual, «pero por eso me motiva más, aunque me da un poco de miedo no haber hecho nunca verso y no estar a la altura. De todas maneras, siempre he pensado que el mundo es de los valientes, quien no arriesga, no gana».

Esta noche, Alfredo y Rüll, padre e hijo, se reencontrarán en las últimas filas de un evocado cine Capitol recreado en un contenedor. Alfredo volverá a enfrentarse al público. Rüll se enfrentará por primera vez al verso.

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